El arzobispo de Valencia, Monseñor Carlos Osoro, formalizó ayer una amplia remodelación estructural en la Archidiócesis, que ha incluido el relevo del actual vicario episcopal de Alcoi-Xàtiva-Ontinyent, José Antonio Varela Ferrandis. La materialización de esta medida, no obstante, no se producirá hasta el mes de septiembre, según explicó ayer el propio Valera a este diario.

Monseñor Osoro formalizó ayer la primera amplia restructuración del organigrama eclesial heredado de su antecesor, el actual cardenal Agustín García-Gasco, que incluyó el nombramiento del nuevo vicario episcopal de esta vicaría. Esta función había sido desempeñada durante los últimos 14 años por José Antonio Varela, que, de todas, continuará con su cometido hasta el próximo mes de septiembre, que es cuando se materializará el relevo. Entonces, Varela pasará a ocuparse de una parroquia en Valencia.

El arzobispo ha designado como nuevo titular de esta vicaría, denominada la númeroVI, a José María Payá Amat, que es natural de la población de Beneixama y que en la actualidad es párroco de la iglesia de San José, en Ontinyent. Anteriormente, se ha ocupado de las parroquias de Muro, Alcocer de Planes y Gaianes, También es profesor del instituto Diocesano de Ciencias Religiosas y tiene 60 años.

La reordenación que divulgó ayer el arzobispo de Valencia, tras el rezo del Ángelus, ha sido profunda, pues ha implicado el paso de cinco a ocho vicarías territoriales y una notable reducción de los arciprestazgos, que pasan de los 67 anteriores a 34.

Cabe significar, según explicaron ayer fuente del Arzobispado, que la última remodelación de la Diócesis de Valencia había sido impulsada por el cardenal García-Gasco, que había reducido de 9 a 5 las vicarías. Además, la configuración de arciprestazgos se remontaba a finales de los años 60, de la mano de monseñor Rafael González y de José María García Lahiguera.