El Ayuntamiento de Alcoy ha instado al Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA) a iniciar las obras de reparación de las cornisas del barrio de La Sang, una de las cuáles cayó sobre un turismo que circulaba por la zona el pasado jueves. El Consistorio, además, ha cortado al tráfico la calle Santo Domingo, donde se produjo el suceso, al tiempo que ha vallado el entorno del edificio del que se desprendió el cascote.

Tal y como informó ayer este diario, un turismo que circulaba por el barrio de La Sang recibió el pasado jueves el impacto directo de parte de una cornisa desprendida desde una ventana situada en el cruce entre las calles Santo Domingo y San Mateo. El vehículo resultó con la luna trasera rota, aunque afortunadamente no se lamentaron daños personales.

Este ha sido el último episodio de una serie de desprendimientos que se vienen registrando desde las fachadas de estos edificios, sin que el Instituto Valenciano de la Vivienda, responsable de las casas, haya iniciado hasta el momento ninguna actuación al respecto. De hecho, el citado organismo dispone de licencia municipal para reparar las cornisas desde hace más de un mes, pero este es el momento en que las obras todavía no se han acometido, ante la indignación vecinal.

El concejal de Obras, Javier Castañer, trasladaba la responsabilidad de esta actuación al IVVSA, señalando que "desde el Ayuntamiento estamos presionando para que los trabajos comiencen con la mayor brevedad posible, aunque insisto en que no depende de nosotros".

El Consistorio, por otro lado, ha decidido cortar al tráfico la calle Santo Domingo, en previsión de que puedan surgir nuevos problemas. Los bomberos procedieron a sanear la cornisa en la que se registró el desprendimiento en la misma jornada del jueves, al tiempo que se adoptaba la decisión de cerrar la calle a la circulación.

De forma paralela, también se ha vallado el entorno del edificio desde el que se precipitó el cascote, en una medida dirigida a proteger tanto a los vehículos como a los peatones.

Mientras tanto, crece la indignación entre los vecinos de la barriada, que desde hace mucho tiempo vienen reclamando una actuación integral en todos los edificios para evitar sucesos como estos. En la actualidad hay medio barrio vallado, pero de momento no se ha acometido una actuación que sirva para subsanar los problemas de forma definitiva.