El proceso para la transformación de la avenida País Valencià se inició hace seis años, en el momento en que dejó de ser la travesía de la carretera N-340, a raíz de la apertura de la variante del municipio. A partir de ahí, y gracias a los fondos aportados por el Ministerio de Fomento y otras administraciones, el Ayuntamiento emprendió la ejecución de un proyecto dirigido a otorgar a este vial un tratamiento más urbano, huyendo de la concepción anterior en el que el diseño estaba pensado preferentemente para acoger el tránsito de vehículos.

Así las cosas, primero se procedió a la construcción de rotondas en los principales cruces y a instalar una mediana para evitar que los vehículos pudieran cambiar de sentido en mitad de la calle. También se ampliaron las aceras y se instaló un nuevo alumbrado público.

Con todo, y para completar la iniciativa, restaba por emprender una serie de medidas para darle sentido al proyecto y devolver el protagonismo a los peatones. El concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Fernando Albors, explicaba que "hemos retirado los semáforos y en su lugar se han instalado unos brazos nuevos que sustentan unas luces que se mueven permanentemente en ámbar. Asimismo, hemos colocado una nueva señalización vertical luminosa, alimentada por energía solar, en todos los pasos de cebra".

El objetivo final, resaltó Albors, es otorgar "una preferencia peatonal a toda la avenida y conseguir que los vehículos circulen a una velocidad adecuada, por debajo de los 40 kilómetros por hora".

El concejal recordó que todas las actuaciones que se han llevado a cabo han sido posibles gracias a la gran reducción de la densidad de tráfico registrada tras la apertura de la variante. Lejos quedan ya aquellas colas interminables de vehículos que atravesaban Cocentaina y que suponían un incordio tanto para los conductores como, sobre todo, para los vecinos de la Villa Condal. "Hemos querido recuperar para el municipio una avenida que estaba concebida básicamente para soportar el paso incesante de turismos y camiones, incentivando además la circulación a pie".

Accidentes

Fernando Albors resaltó, asimismo, que todas las actuaciones que se han llevado a cabo han tenido un efecto muy positivo en los accidentes de tráfico, que se han reducido de forma considerable, según recogen las últimas memorias de la Policía Local.

El edil recordó que en estos momentos tan sólo está pendiente el último tramo de la antigua travesía, concretamente entre el cruce de Sant Cristòfol y la rotonda que sirve de acceso a la autovía. Las obras, que ya han sido licitadas, conferirán a esta zona un tratamiento parecido al del resto de la avenida, "aunque -matizó-, debido a que es un lugar en el que hay ubicadas muchas empresas, hemos decidido pintar la mediana en lugar de hacerla de obra". Esta medida se ha adoptado, según sus palabras, "para no dificultar las maniobras de los camiones y demás vehículos pesados".

En el otro extremo de la avenida tan sólo está pendiente de construcción la rotonda del cruce del hotel Odón, que debe facilitar el acceso a la zona del polideportivo municipal.

El protagonismo peatonal es un factor que también ha tenido en cuenta el Ayuntamiento de Cocentaina a la hora de remodelar el Passeig del Comtat, la otra gran vía urbana de Cocentaina, en la que además se celebran eventos como la Fira de Tots Sants o las Fiestas de Moros y Cristianos. En este caso se han cambiado por completo tanto las aceras como la calzada por la que circulan los vehículos, otorgándoles el mismo tratamiento estético. Esta actuación, con todo, no estuvo exenta de polémica, a raíz de la decisión de sustituir el arbolado.