"No sé si podremos enseñarnos algún día esas letras con tanta rallita", comentaba ayer uno de los alumnos del Instituto de Educación Secundaria Fray Ignacio Barrachina de Ibi, escogido junto a otros ocho centros de la Comunidad Valenciana para formar parte del programa experimental de presentación de la asignatura de Lengua y Cultura China, puesto en marcha por la Conselleria de Educación. El objetivo es conocer la aceptación de la iniciativa, con la finalidad de que pueda convertirse en una asignatura optativa a partir del curso 2011-2012.

Se trata de un curso de una semana de duración donde varios expertos realizan con los alumnos, doce en el caso de Ibi, un acercamiento a la lengua y la cultura china. A lo largo de la semana pasarán por el municipio un sinólogo, experto en la cultura y lengua china, un especialista en escritura, una profesora nativa que hablará sobre fonética y un representante de la embajada China en España que tratará de acercar este desconocido país a los estudiantes.

La Consellería de Educación ha recibido más de medio millar de solicitudes de institutos de la Comunidad Valenciana interesados en formar parte de este proyecto experimental, enfocado para estudiantes de tercero y cuarto de ESO. Entre todas las peticiones se escogieron diez centros, uno en la provincia de Castellón, seis en la de Valencia y dos en la provincia de Alicante. El IES Jorge Juan, en la misma ciudad de Alicante y el IES Fray Ignacio Barrachina, en Ibi.

Carmen Cortell, de la Conselleria de Educación, fue la encargada de realizar la presentación y dar la bienvenida ayer a los estudiantes ibenses. Por su parte, Gabriel Terol, sinólogo de la Universidad de Valencia, impartió la primera clase ante un auditorio estudiantil repleto de curiosidad y, al mismo tiempo, ansioso por conocer una lengua que les puede abrir nuevas puertas en el futuro.

Lo primero que hicieron fue repasar el material aportado por la Conselleria, consistente en cuadernos de ortografía básicos. Asimismo, el profesor escribió en la pizarra algunos símbolos típicos de la cultura asiática, entre los que destacaba el del dragón.

Los estudiantes se mostraron en todo momento muy atentos, si bien no podían ocultar su inquietud hacia la dificultad de aprender a escribir con la complicada grafía china. Sin embargo, el profesor, Gabriel Terol, en un mensaje tranquilizador, resaltaba que las clases son interactivas y que desde el primer momento los chavales empiezan a escribir y a relacionar conceptos. "En un par de años de dedicación se puede empezar a hablar con cierta soltura, aunque la escritura -reconoció- resulta más difícil".

La clase desembocó en un fluido diálogo entre el profesor y los estudiantes, uno de los cuáles hizo mención a la cultura "Manga", ya que "este tipo de comics empieza a leerse por el final, como sucede con la escritura china".

Terol hizo hincapié en señalar las diferencias entre el chino mandarín, que es como se conoce vulgarmente en España el chino moderno, siendo ambos muy diferentes. El chino mandarín, explicó Terol, "es un anacronismo, ya no existe ni se habla en china si no es por especialistas en la materia. Sería algo similar al español cervantino". En cambio, la lengua que se habla actualmente en China se conoce como chino moderno y desde 1950 ha sufrido una importante simplificación en la escritura de sus grafías. Además, desde esa fecha se escribe de izquierda a derecha (no de arriba a abajo y de derecha a izquierda como era tradicional) y se ha trabajado en la transcripción fonética de los ideogramas. Todos estos cambios están dirigidos a facilitar a los niños chinos el aprendizaje de otros idiomas, así como a los extranjeros la enseñanza del chino.