Podría resultar cómico, pero más bien sería una tragedia. El tramo de la autovía central, que unirá Alicante y Valencia por el interior, entre Cocentaina y Muro, en El Comtat, está casi terminado; de hecho, la mayor parte de sus 11.591 metros están asfaltados y únicamente quedaría colocar la señalización y los flecos finales para que los vehículos pudiesen circular. La realidad dice otra cosa: un conflicto suscitado entre el Ministerio de Fomento y la Generalitat Valenciana por el desvío de dos carreteras comarcales ha provocado que dos tramos de 50 metros estén sin acometer, lo que impedirá que el tramo de autovía pueda abrirse al tráfico este verano.

La autovía central está en su recta final, después de dos décadas de gestación. Los últimos tres tramos están en ejecución en estos momentos, y permitirán enlazar la autovía desde la zona del cruce con la Carrasqueta, donde termina ahora, con la población valenciana de Albaida. Precisamente, el puerto de Albaida es la sección más avanzada, pues está ya asfaltada "y con la capa de rodadura puesta, por lo que sólo falta pintar la señalización, con lo que a finales de junio o principios de julio estará operativo".

El Barranc de la Batalla estará listo a finales de año, según la previsión actual de Fomento, pero el tercer tramo, entre Cocentaina y Muro, tendría que haber entrado en servicio entre julio y agosto, pero "ya es seguro que no lo hará, porque faltan dos tramos de 50 metros", subrayó Vilaplana. En los últimos días, la UTE constructora, integrada por Corsan-Corviam y Vías y Construcciones, ha procedido a utilizar buena parte de las 200.000 toneladas de asfalto previstas para habilitar la calzada de este tramo de autovía de 11.591 metros, construido entre la variante de Alcoy y el puerto de Albaida. El presupuesto definitivo es de 104 millones de euros, el más caro de toda la autovía central.

Todo el tramo no está asfaltado, pues faltan dos tramos de 50 metros en los que aún no se ha podido actuar, por no haber obtenido Fomento los permisos necesarios para desviar las comarcales CV 700, en dirección hacia Beniarrés, y CV-705, hacia Benimarfull y Planes. En estos dos puntos las obras están paradas y "aunque llegase hoy mismo el permiso de la Generalitat, ya no se podría concluir la obra en el plazo previsto, porque está todo por hacer, incluyendo en un caso el paso a distinto nivel".

Fomento asegura que se dirigió a la Conselleria de Infraestructuras en abril de 2008, instando la concesión de los permisos necesarios para trabajar en estos dos puntos de la obra y acabar la autovía. Según Vilaplana, el Consell pidió documentación complementaria en octubre de 2009 y, a fecha de hoy, ninguna de las dos peticiones ha obtenido una respuesta favorable. En una comparecencia en las Cortes, el conseller Mario Flores aseguró que las peticiones habían sido formuladas incorrectamente y que por ello no se han concedido.

El diputado Amando Vilaplana concluye que la situación de esta obra, en su práctica totalidad un vial de nueva construcción, impide que se pueda efectuar una puesta en servicio parcial; 100 metros pueden con 11.591.