El gobierno municipal del PP en Alcoy ha negado que se haya incrementado la cloración del agua potable como consecuencia del último brote de legionela. Así lo aseguró ayer el concejal de Medio Ambiente, Santi Botella, después de que L'Entesa presentase una pregunta a este respecto debido a la reaparición de las partículas negras en el agua. La formación de izquierdas, asimismo, exige informes sanitarios sobre los efectos que la hipercloración puede provocar sobre la salud de la población.

El Ayuntamiento acogió ayer una reunión de la comisión muncipal de Medio Ambiente, foro al que L'Entesa presentó una batería de preguntas relacionadas con el último brote de legionela que afecta a la ciudad. El portavoz de esta formación política, Paco Agulló, destacó que en los últimos días "diferentes vecinos han detectado un cambio de sabor en el agua del grifo y nuevamente la aparición de partículas negras en los sanitarios domésticos", circunstancia esta que en anteriores ocasiones se ha atribuido a los efectos que la hipercloración provoca sobre algunas conducciones de la red de aguas.

En este sentido, desde L'Entesa se preguntaba si se había modificado la dosis de cloro y los motivos que habían llevado a esta decisión. Asimismo, la formación reclama al gobierno municipal información sanitaria sobre los efectos que puede tener sobre la salud de la población el consumo de agua hiperclorada de manera prolongada. Según Agulló, "la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda unos máximos de 0,8 y nosotros llevamos ya muchos años por encima de este nivel. Queremos saber si esto puede tener consecuencias negativas para la salud".

El edil de L'Entesa abundó en el tema para señalar que "si de verdad el agua es buena e inocua, no entendemos los motivos por los que no se hacen campañas para que la población utilice el agua del grifo". De igual forma, se preguntó los motivos por los que "llevamos dos o tres años esperando a que el concejal de Sanidad, Mario Pons, nos facilite información sobre la tasa de cáncer en Alcoy".

Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Santi Botella, negó "de forma rotunda" que se haya incrementado la cloración del agua tras el último brote de legionela. Según sus palabras, "seguimos manteniendo el mismo cloro desde el momento en que dejamos de ser Zona de Actuación Especial (ZAE) por la legionela, hace ya mucho tiempo".

Con todo, reconoció que, siguiendo las instrucciones de la Conselleria de Sanidad, el nivel de cloración sigue siendo más alto que el recomendado por la OMS. "La recomendación -dijo- es de entre 0,8 y 1, y nosotros estamos entre 1,2 y 1,5".

En cualquier caso, y para garantizar la buena calidad del agua para el consumo, se refirió a las declaraciones efectuadas la semana pasada por el director general de Salud Pública, Manuel Escolano, quien dijo que los análisis realizados en la red de agua potable demuestran que el nivel de trihalometanos está muy por debajo de los índices de riesgo. "No hay ningún problema para la salud", aseveró Botella.

El brote de legionela, por otro lado, permanece estable con los cuatro casos que fueron diagnosticados la semana pasada. Fuentes de la Conselleria de Sanidad aseguraron ayer a este diario que no se ha detectado ningún otro enfermo, y que los técnicos del departamento continúan a la búsqueda del posible foco de los contagios.