Alcoy rindió ayer homenaje a su patrón San Jorge, en una jornada que, como marca la tradición, estuvo marcada por las celebraciones religiosas. Cientos de personas recibieron con una lluvia de claveles al niño Sant Jordiet, encarnado en esta ocasión por Sergi Sempere, que apareció por primera vez en la Trilogía coincidiendo con la Procesión de la Reliquia. El acto, al igual que el año pasado, volvió a estar presidido por la consellera de Cultura, la alcoyana Trinidad Miró, y por el alcalde, Jorge Sedano. También asistió el nuevo arzobispo de Valencia, Carlos Osoro.

Alcoy dedica el segundo día de la Trilogía a su patrón San Jorge, y es por este motivo que la la jornada está marcada por las celebraciones religiosas. La primera cita en este sentido volvió a ser la Procesión de la Reliquia, acto en el que el protagonista fue Sant Jordiet, encarnado por Sergi Sempere. El niño que representa la figura del patrón lució un espléndido traje en el que destacaba la llamativa y ornamental coraza dorada, así como un casco rematado por un enorme penacho en blanco y rojo. También llamaba la atención la sobria capa granate.

Como viene siendo habitual en los últimos años por iniciativa de la Filà Benimerines, el momento más emotivo coincidió con la llegada de Sant Jordiet a la calle San Lorenzo, donde fue recibido con una lluvia de claveles y encendidos aplausos por el numeroso público que se agolpaba en ambas aceras. La calzada fue llenándose de flores hasta formar una colorista y llamativa alfombra.

Los espectadores también aprovecharon la ocasión para admirar de cerca los trajes de los cargos festeros, que ya desfilaron el día anterior en las Entradas. Llamaba la atención el alférez moro de los Marrakesch, que a falta de caballeros, salió acompañado por los integrantes de la escuadra especial.

La comitiva estuvo presidida, al igual que el año pasado, por la consellera de Cultura, la alcoyana Trinidad Miró, y por el alcalde, Jorge Sedano. Ambos salieron escoltados por las autoridades militares y civiles. También destacó la presencia anunciada del nuevo arzobispo de Valencia, Carlos Osoro.

La espléndida climatología acompañó el acto religioso, que tuvo su continuidad con la posterior Misa Mayor y la Procesión General de la tarde.