Un vecino de Alcoy, cuya filiación no ha trascendido, ha sido sancionado con 150 euros de multa por no recoger de la vía pública los excrementos de su perro, según informó ayer el concejal de Sanidad, Mario Pons. Es una de las primeras sanciones que se imponen por no evitar que los perros ensucien las aceras, según admitió el edil.

«Este tema es muy difícil porque tiene que haber prueba, aunque en este caso tuvimos la suerte de que la Policía Local lo vió», explicó Mario Pons. Los hechos ocurrieron en una calle de Alcoy y son habituales: un perro realiza sus necesidades y el propietario se marcha sin recoger los excrementos.

Una pareja de la Policía Local se percató de la situación y observó los hechos. Al constatar que la persona se marchaba dejando los excrementos en la acera, los agentes intervinieron: solicitaron la documentación y tramitaron la correspondiente denuncia. Una vez completado el expediente, la Junta de Gobierno aprobó ayer la sanción de 150 euros para la persona propietaria del perro, que, no obstante, todavía tiene la posibilidad de presentar un recurso.

El concejal de Sanidad significó que ha habido ya múltiples sanciones por llevar sueltos o sin bozal perros peligrosos por la vía pública, pero que la impuesta por no recoger los excrementos «es la primera o una de las primeras, ya que tiene que haber una prueba, lo que es difícil».