Antonio Pérez Olcina, de 58 años, ex diputado en las Cortes Valencianas y militante y dirigente de toda la vida del PSPV-PSOE y la UGT de Alcoy falleció de forma repentina a primera hora de la tarde de ayer, en su domicilio de la barriada de Santa Rosa, según informaron fuentes de la dirección socialista a este diario.

Pérez Olcina, padre de la actual concejala del PSOE Zulima Pérez, se encontraba en su domicilio con su esposa Aurelia Seguí -histórica del movimiento vecinal alcoyano- cuando se encontró indispuesto y falleció de forma inmediata. Su hija estaba en esos momentos de viaje hacia Estrasburgo, en compañía de otros compañeros del PSOE local, y tuvo que regresar precipitadamente hasta la ciudad. El cadáver fue trasladado poco después hasta el tanatorio de la Zona Norte.

Procedente del mundo textil, ya que había trabajado en empresas tan emblemáticas como Carbonell o Bordados Alcoy, Antonio Pérez Olcina se integró en la dirección de la UGT, precisamente en la sección del textil, según recordaba ayer tarde, visiblemente consternado, el secretario general de la agrupación local Amando Vilaplana.

En la misma época pasó a militar en la agrupación local del PSOE, en la que desempeñó diferentes cargos de responsabilidad, formando parte de varias ejecutivas. Más tarde fue secretario comarcal, cargo que compaginó con el de secretario del grupo municipal del PSOE en el Ayuntamiento; en dos etapas distintas fue diputado en las Cortes Valencianas.

«Hemos perdido una gran persona -afirmaba Vilaplana- pero sobre todo un buen socialista, y un viejo compañero del sindicato, de la UGT, que siempre ha estado ahí pese a sus problemas de salud. Era una persona con una gran capacidad de análisis político, lo que le había llevado a tener grandes amigos y grandes enemigos». Vilaplana dejó constancia de que Pérez Olcina se había «retirado de la primera línea tras la crisis de 2000, pero apoyó nuestra opción. Hace pocos días vino a votar la candidatura municipal, y allí lo vimos por última vez».

El ex alcalde José Sanus afirmó sentirse «muy afectado por este golpe tan duro. Estuve comiendo con él no hace ni 15 días; es lamentable, lamentable». A renglón seguido recordó que «fue para mí un colaborador estrechísimo, pero lo fácil era ser amigo suyo por su gran capacidad de fidelidad y amistad, porque mantengo una amistad impoluta con él, su mujer y su hija». Además, Sanus declaró que «no voy a decir que ha sido uno de los grandes colaboradores que he tenido, sino el gran colaborador, porque podías descansar en él 18.000 problemas que resolvía sin ningún contratiempo».