E l convenio ferroviario entre el Consell y el Ministerio de Fomento dejara resuelto de forma definitiva el futuro de la línea férrea Alcoy-Xàtiva. Este acuerdo, que se podría firmar en el mes de marzo, prevé que la Administración central asuma la reparación integral del tramo y que después, la Generalitat Valenciana se quede con la titularidad y la explotación del tren.

El pasado martes, el conseller de Infraestructuras y Transportes de la Generalitat Valenciana, José Ramón García Antón, se reunía en Madrid con el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán. El objetivo de este encuentro era negociar un convenio de colaboración entre ambas administraciones con el objetivo de potenciar el tráfico ferroviario de cercanías. Al final, se llegaba a un principio de acuerdo, por el cual la Generalitat y el Gobierno central se reparten las diferentes actuaciones.

Por lo que respecta al tramo entre Alcoy y Xàtiva, se confirma la fórmula planteada desde hace años por el Consell: la administración autonómica acepta la cesión de la línea, a cambio de que el Gobierno central acometa su reparación integral. En otras líneas, como es el caso de la Gandía-Dénia, el gobierno autonómico correría con los gastos.

Para poner en marcha estas actuaciones, ya se ha dado algún paso. La Generalitat Valenciana ha redacado un proyecto para mejorar un tramo de 15 kilómetros de vías, la denominada variante de Benigánim, que supondría una inversión total de 37 millones de euros. Esta obra tendría que pagarla la administración central. Asimismo, hay que señalar que el Ministerio de Foment ya ha licitado la redacción de un proyecto para la mejora de los otros 40 kilómetros del trazado ferroviario. Una vez ejecutadas estas dos actuaciones, la Generalitat asumiría la titularidad y la gestión de la línea férrea.

En estos momentos, la administració central está estudiando la oferta de convenio presentada por el Consell. Aunque no se ha producido ninguna respuesta definitiva, el propio conseller de Infraestructuras señalaba qque el documento podría firmarse en marzo y a partir de ahí, iniciar su desarrollo y su aplicación práctica.

Periodo de incertidumbre Este acuerdo entre dos administraciones supondría el punto y final a un largo periodo de incertidumbre en la historia de la línea férrea Alcoy-Xàtiva. Desde que en 1995 se planteó la posibilidad de ceder el tren a la Generalitat, la situación del tramo se ha complicado, congelándose prácticamente todas las inversiones.

Las fuertes divergencias económicas entre el Gobierno central y el autonómico han dejado al tren en un punto muerto. Hace ya cuatro años que no se renuevan los convenios para el mantenimiento de la línea, mediante los cuales la Generalitat asumía cada año el pago del déficit.

La falta de inversión ha provocado un continuo descenso del número de pasajeros que ha hecho que entre la opinión pública empiece a crecer el temor a una posible supresión del servicio. De prosperar el convenio, esta posibilidad desaparecería de forma definitiva.