Las toallitas higiénicas atascan El Campello

La situación vecinal en el municipio forma parte de un bucle, en menos de tres meses, tres obstrucciones por el mal uso de los inodoros 

Una vasta cantidad de toallitas colapsaron dos bombas de la depuradora de la urbanización Alkabir, golpeada por este tipo de casos.

Una vasta cantidad de toallitas colapsaron dos bombas de la depuradora de la urbanización Alkabir, golpeada por este tipo de casos. / INFORMACIÓN

Primer día de servicio efectivo y primera actuación que no ha supuesto una sorpresa para los operarios. Los técnicos encargados del nuevo camión adquirido para labores de saneamiento se desplazaron a la calle San Bartolomé de El Campello con el objetivo de comprobar el estado de las canalizaciones. Como se esperaban, la máquina empezó a succionar desde el primer minuto cientos y cientos de toallitas de las llamadas “higiénicas”, compresas, bastoncillos y otros elementos que jamás deberían acabar en el inodoro.

El vehículo, adquirido la semana pasada por el área de Servicios Públicos del Ayuntamiento de El Campello, que dirige el concejal Rafa Galvañ, es un gran 4x4, automático, con un motor de 360 CV, doble eje, y que funciona con gasoil. Una vez en servicio activo, se trasladará a todas las áreas del término municipal, para revisar el alcantarillado y canalizaciones.

En la primera prueba, la cisterna se llenó con centenares de ese tipo de desperdicios, que la gente tira por el inodoro cuando lo lógico, recomendable y ordenado es que lo depositen en el cubo de la basura.

Los operarios municipales realizaron la primera prueba conscientes a priori del resultado. “Es incomprensible que los vecinos sigan con esa costumbre de tirar todo por el inodoro, algo que cada año nos cuesta miles de euros al producir atascos”, señala el alcalde Juanjo Berenguer. 

“Insistiremos con campañas de concienciación, pero es una realidad que sin la colaboración ciudadana todo es inútil… Las canalizaciones se colapsan y eso nos lleva a una realidad inevitable, con roturas, atascos y, en definitiva, problemas para todos, para el conjunto de la población, que luego lo sufre”, añade el concejal Rafa Galvañ.

Ya es costumbre, y mala

Tal es el número de toallitas vertidas por los residentes al inodoro, que en la playa del Amerador ya es usual. Ya sufrió un incidente de este tipo hace más de dos meses, el pasado 15 de marzo, así como hace prácticamente un mes, en ese caso fue por vertidos fecales debido al atasco en dos bombas de la depuradora de la urbanización Alkabir. La causa del colapso fue una ingente cantidad de toallitas, procedentes de los inodoros de la zona, que obstruyeron las canalizaciones. Según informó el Ayuntamiento, fue controlada de manera rápida por los operarios municipales. La actuación de los trabajadores evitó que las aguas residuales llegaran al mar de la playa del Amerador, cuyos accesos permanecieron cerrados. 

Un municipio con claro protagonismo costero debe lidiar con un problema que sobrepasa los cinco sentidos. El olor de las cañerías o la bola tan desagradable que forma esta amalgama de toallitas para uso personal forman parte del día a día de los vecinos. Según los antecedentes, esta situación es un bucle, el personal de los departamentos de Obras y Servicios, Playas y empresas especializadas en cubas de evacuación de líquidos se desplazan al lugar donde existe el atasco, despejan la materia fecal que inunda el área y hasta nuevo aviso. Tiempo suficiente para que los vecinos vuelvan a hacer mal uso de sus inodoros. Todo ello también repercute a distintos aparatos que deben tener un buen mantenimiento para que el sistema de tuberías no colapse y las consecuencias sean mayores, es decir, económicas. Este tipo de episodios está generando una gran frustración entre los vecinos de distintos sectores del municipio, hartos de que estos casos sean recurrentes y que “cada dos o tres meses pase lo mismo”. El equipo de gobierno es conocedor de esta situación y reconoce que estos sucesos “pueden pasar” hasta que se complete una obra destinada a adaptar la red de canalización a las necesidades actuales.

Fuentes del  gobierno local explicaron que el proyecto ya está adjudicado y el objetivo es eliminar todas las pequeñas depuradoras instaladas  y convertirlas en estaciones de bombeo, que tras una reorganización, pasarían a formar parte de la red primaría que las conectaría directamente con la depuradora de Alacantí Norte. Se trata de una actuación que lleva “muchos años pendiente”, tal como reconoce el propio Consistorio, que está convencido de que esta intervención, cortará el problema de raíz y evitará que se vuelvan a producir este tipo de inconvenientes.

Menos convencidos se muestran los vecinos, que denuncian que este paraje se ha convertido en “un vertedero de aguas fecales” y piden una actuación de urgencia para acabar progresivamente con estos residuos fecales en el municipio.