Primera moción de censura en la provincia. Y primera operación municipal autorizada por Carlos Mazón en la provincia... con una tránsfuga. El PP consiguió ayer arrebatar la alcaldía de La Torre de les Maçanes a los socialistas gracias al voto de Amparo Molla, una concejal elegida en la candidatura del PSPV-PSOE en mayo de 2019 y que fue expulsada del partido al no integrarse en su grupo municipal después de las elecciones locales quedándose el acta de cargo público. Los populares llegaban a la sesión con los votos de sus tres concejales -uno de ellos, el de Antonio Linares, que también era tránsfuga pero que ha regresado al PP tras abandonar sus filas al principio del mandato- y el de la edil exsocialista. La sesión arrancó a las 12 de la mañana en un salón abarrotado de vecinos y dirigentes políticos de todos los partidos con representación municipal, que siguieron en directo el debate respetando las medidas de seguridad.
De esta forma, el veterano Cristóbal Sala recupera el bastón de mando apenas un año después de perderlo en las urnas en detrimento del socialista David Espí, que contaba con el respaldo de la única edil de Compromís. Los populares defendieron durante su intervención que el resultado consechado el año pasado es un «empate técnico», dado que el PSPV sacó dos votos más que el PP. Además, la jugada orquestada por el equipo de Mazón contaba con el informe favorable de la secretaria municipal, quien avaló que Molla deshiciera el empate a tres que surgió durante la votación de la moción de censura. Los concejales del PP y Molla contaron con el apoyo de un séquito importante de la agrupación provincial, encabezados por el vicesecretario de Organización, José Antonio Rovira, y el vicesecretario de Política Local, Alejandro Morant. También acudieron a la cita los coordinadores de l'Alacantí, Juanjo Berenguer y José Antonio Bermejo; el alcalde de Mutxamel, Sebastián Cañadas; y Manuel Villar, presidente del comité jurídico. Instantes antes de ser elegido como alcalde, Cristóbal Sala pidió respeto para todos los concejales y, en concreto para la tránsfuga, tras afirmar que la edil «había sufrido pintadas en la vía pública». «Puede que para ustedes la democracia hoy no sea justa, pero nos encontramos con la obligación moral para desbloquear la gestión municipal, de presentar esta moción», declaró. El regidor expuso que el PP había tomado la iniciativa «por el beneficio de los ciudadanos» y defendió que este tipo de mociones son «herramientas que nos brinda la legalidad». La intervención provocó los primeros comentarios y gritos de los asistentes, entre los que se encontraban familiares y representantes políticos de ambas formaciones. El turno de Espí fue extenso y cargado de mensajes contra el PP y contra la tránsfuga. «Hoy vienen a gobernar los que han perdido, aquellos que no han tolerado ni respetado que dieciséis años después haya un gobierno progresista en La Torre», dijo el concejal socialista. Espí aprovechó también para agradecer a la edil de Compromís, María Matilde Torregrosa, «su apoyo y trabajo por el bien del municipio». Ese pacto con Compromís fue clave para que el candidato socialista llegará a la Alcaldía en mayo de 2019, puesto que entonces la concejal tránsfuga, que no se integró en el grupo socialista, votó en blanco durante el pleno de investidura y el apoyo de Torregrosa permitió que se formara gobierno.
El tono de Espí cambió radicalmente cuando se dirigió a la tránsfuga. «Utilizar a esta concejal, que solo mira por sus objetivos personales, para deslegitimar un gobierno progresista que decidieron las urnas es jugar sucio; se trata de una moción plagada de mentiras, el pueblo no le quiere señor Sala, yo soy el alcalde legítimo de La Torre», indicó el edil socialista. Añadió Espí que ahora entra en el gobierno del municipio «la corrupción y la política oscura que habían destrozado el pueblo durante muchos años». El momento posterior a la votación fue el más intenso debido al cruce de acusaciones que se dirigieron familiares de David Espí y dos concejales del PP.
También algunos de los vecinos increparon a Molla al grito de «traidora». Así el bipartito del PSPV y Compromís llega a su fin al prosperar la moción de censura. Fuentes políticas confirman que el pacto alcanzado entre Sala y Molla es el de repartirse la Alcaldía lo que resta de mandato, algo que la tránsfuga, por contra, niega. El que fue hasta ayer alcalde, David Espí, ha dado marcha atrás y no dejará la política como anunció en un primer momento. El socialista quiere hacer un proyecto local «fuerte» para las elecciones del año 2023. El PSPV no entrará en una batalla judicial y sostiene que el PP no tiene proyecto: «Se ha impuesto una minoría sobre una clara mayoría progresista. Sala no ha propuesto nada para la localidad, nos recuerda a maniobras de otros tiempos».
Tensión y acusaciones en el pleno
La sesión plenaria en el consistorio de La Torre de les Maçanes dejó ayer varios momentos de tensión entre los asistentes al debate de la moción de censura que devolvió la Alcaldía al PP. Durante las distintas intervenciones tanto de David Espí, hasta ahora alcalde del PSPV, como de Cristobal Sala, de nuevo alcalde por el PP, se pudieron escuchar gritos a favor del alcalde socialista y expresiones como «vergüenza» e «injusticia». Un grupo numeroso de personas increparon a los dirigentes populares que acudieron a la cita y a la tránsfuga socialista, Amparo Molla, justo después de la votación. El acto contó ayer con una nutrida presencia de vecinos y políticos de ambos partidos.
