Las colas en el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig San Vicente del Raspeig eran ayer todavía más numerosas que el lunes. Y los auxiliares de servicio, los conserjes que atienden el teléfono y al público, también superados, se afanan por ofrecer a los vecinos que acuden a realizar una gestión municipal una solución, bien una cita en un departamento o la atención en el servicio del Civic, actualmente colapsado.
El problema se remonta al estado de alarma, con la atención telefónica, y se ha agravado tras él, cuando los vecinos tratan de hacer sus gestiones en el edificio consistorial.
El Ayuntamiento ha optado por buscar en otros municipios personal para reforzar áreas que actualmente están desbordadas. Y el primer edil, Jesús Villar (PSOE), confía en contar «en quince días» con ocho auxiliares administrativos. Adelanta que cuenta con el «sí de palabra» de varias localidades. Contar con bolsas de trabajo de otros ayuntamientos para cubrir necesidades puntuales en las áreas más colapsadas es una de las conclusiones a las que llegó ayer el equipo de Gobierno en la reunión conovocada por el alcalde tras las críticas de la oposición. Estas se centran en las colas que se forman ante el Ayuntamiento y el cierre del servicio de cita por internet ante la acumulación de correos sin abrir. Y le piden a Villar que ejerza de alcalde y tome medidas.
Villar apunta al Civic, los servicios sociales y Desarrollo Local como las áreas colapsados por la carga de trabajo y donde se va a cubrir de forma puntual los puestos. El alcalde admite que se están produciendo colas desde hace semanas y apunta que son fruto de la nueva normalidad y a las que «hay que acostumbrarse». A la vez, confía que la administración electrónica y los trámites vía internet permitan descongestionar estas esperas. Mientras, «lo importante es que la persona que se acerca al Ayuntamiento sea atendida». Aunque la realidad es que hay vecinos que tienen que darse la vuelta sin poder ser atendidos.
El consistorio espera contar en septiembre con un sistema de gestión de colas a través de la página web. El vecino pedirá cita para el servicio concreto que se quiere visitar. Para ello el Ayuntamiento deberá hacer un contrato menor, (menos de 15.000 euros en los que se designa a la empresa sin convocar un concurso abierto).
Los auxiliares de servicio admiten la saturación que sufren desde el estado de alarma. «En 22 años nunca me había pasado irme a mi casa con ganas de llorar de impotencia», admite uno.
