Un verano sin poder gozar de un refrescante chapuzón en El Salt. El acceso a este popular paraje de Xixona permanece cerrado. Y seguirá así los próximos meses. Los bañistas no podrán disfrutar de sus pozas. Sus peces, cangrejos e incluso tortugas no verán interrumpida su tranquilidad por visitas de turistas, senderistas o personas deseosas de aliviar el calor en sus pequeños lagos. Y no ha sido por falta de agua, porque este año ha llovido más de lo habitual en Xixona, ni como consecuencia de la crisis del covid-19, que se desconoce si habría afectado a esta zona de baño de agua dulce. El motivo es el riesgo de desprendimientos.
A finales del pasado año el Ayuntamiento cerró por precaución el acceso a este paraje, tras registrarse un pequeño derrumbe después de unas fuertes lluvias. Entonces encargó un estudio geológico para ver el estado de la pared afectada y estudiar medidas para garantizar la seguridad, como la colocación de mallas de acero. Pero a principios de enero ocurrió un gran desprendimiento que ha dejado este enclave turístico de gran valor medioambiental cerrado hasta que se pueda garantizar la seguridad.
La edil de Obras e Infraestructuras, María Teresa Carbonell, explica que tras el suceso del pasado enero se ha encargado un proyecto que se está elaborando pero que aún no está acabado, para intervenir en la zona y garantizar la seguridad. Y para ello se necesita actuar tanto en la pared donde se registró el desprendimiento principal, como en la opuesta, que es donde están las escaleras y el sendero que da acceso a El Salt.
Carbonell destaca que ha debido haber en la zona un movimiento, quizá por las lluvias, que ha afectado a la estabilidad de ambos taludes, por lo que la intervención va a ser más amplia y es necesario consolidar también la zona de las escaleras. Y se estima que la obra podría rondar los 200.000 euros. Cuando el proyecto esté acabado y en manos del Ayuntamiento se procederá a dotarlo económicamente y se sacará a licitación la obra.
Por ello, habrá que esperar unos meses más para acercarse hasta este espectacular salto de agua de más de 20 metros del río de La Torre, de donde mana el agua todo el año. Una espera que a algunos ya se les está haciendo larga para remojarse en este regalo de la naturaleza de Xixona.
