La Asociación Defensora de Herbívoros contra Incendios Forestales (Adhif) reclama medidas para acabar con los atropellos de animales en la Carrasqueta y con los excesos de velocidad de los vehículos, sobre todo los fines de semana. Su portavoz, Raimundo Montero, ha remitido una carta dirigida a la alcaldesa Isabel López en el que reclama una solución a un problema ya endémico de esta montaña xixonenca, donde en las últimas semanas la Guardia Civil ha reforzado los controles tras exigir el Ayuntamiento a la Subdelegación del Gobierno mayor vigilancia por la acumulación de accidentes en este vial de competencia autonómica, y porque los motoristas no guardaban la distancia de seguridad cuando paraban pese al coronavirus. Los problemas de aglomeraciones y velocidades han bajado en las últimas semanas con los controles, aunque es un problema histórico de esta zona que está sin resolver de forma definitiva, según señalan desde el Consistorio de Xixona.

Montero explica que "hay muchas aspectos a profundizar sobre el desmadre de vehículos que provocó que hasta una helicóptero de tráfico les acosase toda una mañana (el domingo 31 de mayo de 2020), por el puerto de la Carrasqueta, debido a los cinco accidentes que hubo en el mismo lugar la semana anterior. Ya analice hace años que la alta velocidad de vehículos por el puerto hasta de madrugada está matando a ciervos, arruís, zorros, garduñas, aves y un largo etcétera. Badenes y sensores antiatropellos evitarían tanta masacre de fauna. Lo denuncié como representante de Adhif y, desgraciadamente, nadie nos hizo caso. Somos una especie demasiado egocéntrica y ahora sí que se desea solventar el drama por el peligro que crea esas carreras de coches y motos a la fauna humana".

Esta entidad señala que "comenzando por los moteros, su mayor peligro es el número de participantes que cada fin de semana acuden a la Carrasqueta; pero resulta más peligroso dos coches de carreras por sus curvas más cerradas a más de 100 km por hora que 50 vehículos a dos ruedas; ya que la motocicleta es más escurrida y un coche a gran velocidad te liquida en choque frontal en el acto; si bien reconozco el peligro de las motos, aunque algunos moteros circulan por el puerto adecuadamente. Aún es más peligroso cuando hay carreras de ferraris, mercedes u otros coches de gran cilindrada, pues el exceso de velocidad en las curvas de puro milagro no han matado a familias enteras en derrapes a más de 100 km por hora".

El portavoz de esta asociación conservacionista apunta que "otro aspecto igualmente peliagudo es el siguiente: se ha perdido el respeto a los demás conductores y a la peligrosidad del puerto y, demasiados irresponsables en coches, adelantan a cualquier otro vehículo que respeta los límites de velocidad y, para más inri, en casi todo el recorrido está prohibido adelantar. Cuando era joven esa práctica insolidaria era menos habitual que actualmente, parece ser que la raza humana va degenerando. También da pavor observar como demasiados camioneros toman las curvas ocupando casi toda la calzada por el exceso de aceleración. Tarde o temprano habrá desgracias, pues han sacado de la carretera hasta en la curva peligrosa que hay debajo de Venta Teresa".

Montero destaca que "cuando aparece la Guardia Civil a controlar estos desmanes no es lo efectiva que se precisa, pues se colocan en lugares visibles y el ejército de autos y motos se avisan unos a otros y así circulan cerca del puesto de control como angelitos y respetando las normas de seguridad vial, hasta que sobrepasan a la guardia civil y vuelta a proseguir con la carrera. La alcaldesa de Xixona, como jefa de la Policía Local, podría ordenar cada fin de semana a sus policías a que impidan las carreras; pues ella como autoridad competente ya convocó un pleno del Ayuntamiento sobre este asunto. Otras ideas de los vecinos inciden en colocar guardias tumbados o badenes, radares móviles, mayor vigilancia, negociar con motoristas una carretera con menor tránsito u otras medidas que ellos deseen aceptar y que deje de ser el puerto de la Carrasqueta un cementerio de aficionados a las dos ruedas supersónicas".

Por último lamenta que "en España estos entuertos u otros parecidos se arreglan con medidas contundentes, pero sólo cuando hay un exceso de conductores inocentes muertos. Espero que las autoridades políticas, de orden público y los sufridos conductores responsables tomen medidas antes de la tragedia; ya que, si no se actúa, está a punto de estallar los lloros y llantos en forma de heridos graves y más fallecidos".