El alcalde de Mutxamel, Sebastián Cañadas (PP), ha expulsado al concejal de Vox Miguel da Silva de la junta de gobierno local. El distanciamiento entre ambos grupos y las últimas desavenencias políticas han terminado por apartar al edil ultra de su puesto en el órgano municipal.
Fuentes municipales confirmaron a este diario que la decisión fue debido a «cuestiones políticas» y que, antes de la «propuesta» del alcalde, Da Silva «ya tenía en mente» abandonar dicho puesto, al cual accedió con voz y voto pero sin competencias en el Ayuntamiento hace un año.
Este fue uno de los requisitos que puso el único concejal de Vox a cambio de dar su voto a Cañadas durante la investidura en junio de 2019. PP y Cs sumaban 10 concejales y el apoyo de los ultras cerraría la mayoría conservadora en forma de un simulado tripartito, ya que Vox estaría en junta de gobierno sin gestionar concejalía alguna. Un escenario que también se repetiría en el municipio vecino de El Campello, donde un concejal, María José Sañudo, también pidió entrar a formar parte de la junta de gobierno sin competencias.
El partido defendió ambas incorporaciones como un ejercicio de «fiscalización» al ambos equipos formados por PP y Cs. Pero en el caso de Mutxamel, las últimas decisiones, los constantes ataques a los socios de gobiernos de Da Silva tildándolos de «derechita cobarde» en más de una ocasión y el acercamiento a la izquierda que sacó adelante una moción para las plusvalías en herencias de viviendas, han colmado la paciencia del alcalde Sebastián Cañadas.
PP y Cs nunca identificaron a Vox como socio de gobierno en el municipio pese a estar en la junta con voz y voto. Ambas formaciones siempre han defendido que el apoyo con los ultras se ciñó a un acuerdo de investidura.
