Cáritas San Vicente del Raspeig ha redoblado su atención a las personas más vulnerables durante esta pandemia. El cura de la Iglesia Parroquial de San Vicente Ferrer, Miguel Ángel Cerezo, explica que en medio de esta pandemia del covid-19 "en la que a nadie se nos esconde la realidad de necesidad que a muchos a sorprendido, y que ha generado faltas de recursos y necesidades básicas entre las familias de nuestro municipio, nos hemos sentido llamados por el Señor e impulsados por el evangelio, a estar más cerca que nunca de aquellos hermanos nuestros que más nos podían necesitar".

El párroco explica que parte de la atención que ya se venía realizando en las parroquias y congregaciones religiosas de San Vicente, "hemos tenido que intensificar la intervención con nuevos recursos y ayudas para los que más están sufriendo las consecuencias del coronavirus", ello ha supuesto que a diario se están ofreciendo 170 menús de comida diarios.

Desde el pasado 11 de mayo, las Parroquias de San Vicente Ferrer, Inmaculada Concepción y Santa Isabel de Hungría junto a las Hermanas del Cottolengo del Padre Alegre y las Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús llevan a cabo un proyecto de comidas calientes para usuarios de Cáritas Interparroquial.

Atienden a 129 personas en las dependencias del Colegio Santa Faz y a otras 41 personas en las instalaciones de la Parroquia Santa Isabel ubicado en el barrio del mismo nombre, y que se encuentra más alejado del casco antiguo.

Las comidas son un menú diario de plato caliente, pan, postre y complementos. De ellos, 80 menús los realiza la Escuela de Hostelería. CDT de Alicante, y otros 90 los elabora el Instituto Secular Ignis Ardens. Los menús los distribuyen los voluntarios de Cáritas y del Ayuntamiento de San Vicente.

El párroco explica que además de distribuir estos alimentos entre las personas que acuden a las instalaciones "con las debidas normas de seguridad e higiene", los mismos voluntarios se desplazan a los hogares de aquellas personas que por su condición de riesgo o vulnerabilidad no pueden acudir a recoger su menú.

"Esta labor pertenece a las mismas entrañas de la Iglesia cuyo corazón es la caridad, y cuya invitación del Señor es a darles nosotros de comer como Él lo hace con nosotros, convirtiéndose además en nuestro alimento espiritual", cuenta Miguel Ángel Cerezo.

Desde Cáritas agradecen la colaboración y solidaridad de los particulares, empresas, asociaciones e instituciones de San Vicente del Raspeig que han colaborado desde el inicio de este estado de alarma. "Es una tarea que es cosa de todos y que nos ha exigido a las diversas asociaciones con carácter social a coordinar los esfuerzos, siempre a favor de los que merecen que todos tengamos la misma dignidad y los mismos derechos", concluye el párroco.