Las obras para rehabilitar el bloque 67 de Santa Isabel, el que está desde hace años en peores condiciones, se desarrollarán en el año 2021. El pleno extraordinario y telemático del miércoles aprobó por unanimidad la elevación del porcentaje de la anualidad que deberá emplearse el año que viene. El gasto será de 1.674.091 euros, mientras que para este año ha dispuesto una inversión de poco más de 108.000 euros. La mitad de este gasto lo asume el Ayuntamiento y la otra mitad el Gobierno central y la Generalitat Valenciana, gracias al convenio de rehabilitación con el que cuenta esta actuación.
A pesar de que desde el 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma, se suspendieron los plazos administrativos, en este procedimiento se ha considerado el interés general para evitar dejar en suspenso la tramitación del expediente para elevar el porcentaje que conlleva la reparación del edificio y que debe concluir la obra.
Todos los grupos han dado el visto bueno a esta elevación del porcentaje, aunque con reproches por parte de algunos miembros de la oposición que recuerdan que se llega tarde en la rehabilitación del inmueble que se encuentra en peores condiciones.
36 viviendas
El bloque 67 de Santa Isabel cuenta con 36 viviendas y el 90% de las cuales están actualmente ocupadas, según el informe de la arquitecta municipal. El consistorio emitió un decreto ya en febrero de 2017 pidiendo a los vecinos no acumular enseres en los balcones por el riesgo de colapso.
En los últimos años ya se han recuperado en Santa Isabel otros tres edificios, los bloques 21, 24 y 25. Aunque es el 67 el que está en peores circunstancias, y así lo ha recordado el portavoz de Ciudadanos, Pachi Pascual, que califica de estado de «casi ruina». Rehabilitarlo «es una actuación que acumula años de retraso», reprochaba en el pleno el portavoz de Cs, que recuerda que no se puede caminar por debajo de la acera por el riesgo de desprendimientos. Pascual se ha mostrado preocupado por el retraso de una actuación cuyos trámites se iniciaron en 2018.
Del estado del edificio da fe que ya a final de marzo el Ayuntamiento ha tenido que intervenir y contratar por procedimiento de emergencia por un montante de más de 37.000 euros a una empresa para apuntalar y reparar una de las viviendas de la quinta planta ante el desprendimiento de parte del techo, que deja a la vista graves lesiones del forjado de cubierta.
