¿Confinados hasta morir? Las pequeñas localidades están sufriendo en mayor medida los efectos de la crisis del coronavirus. El cierre de comercios y negocios lastra la economía local en aquellos municipios que apenas superan los 3.000 habitantes y condena a los pueblos a afrontar una futura recesión que podría acarrear el cierre de muchos locales.

Los Ayuntamientos, conscientes del escenario que se aproxima, no dudan en mostrar su ayuda y en confeccionar paquetes de medidas para paliar estos efectos «dentro de sus posibilidades». En el caso de Busot, el municipio se enfrenta a pérdidas económicas por encima de los 80.000 euros debido al cierre de las Cuevas de Canelobre y a la cancelación de todas sus actividades turísticas.

El Ayuntamiento ingresa por encima de los 300.000 euros anuales solo del turismo y de la explotación de estas cuevas. «El cierre del comercio y de los negocios locales está suponiendo un lastre económico para el municipio, además de para los particulares», dice su alcalde, Alejandro Morant (PP), quien añade que la administración local también soportará las pérdidas por la falta de turistas.

Busot reciben una parte importe de visitantes durante esta época del año, además que tenían previstas la celebración de sus fiestas de Moros y Cristianos para la tercera semana de abril, otro elemento «indispensable» para la economía de la localidad. «Las pérdidas serán mayores puesto que nos hemos visto obligados a aplazar los festejos para el mes de octubre», resalta Morant.

La crisis originada por la expansión del covid-19 está hiriendo de gravedad a estos municipios, y en especial a otro que aún albergan menos cantidad de población. Busot cuenta con cerca de 3.000 habitantes, pero ejemplos como La Torre de les Maçanes y Aigües, localidades dentro de la comarca de l'Alacantí que no alcanzan los 1.000 vecinos, tendrán que requerir ayudas económicas a instituciones como La Generalitat o Diputación para salir adelante.

Mientras, el alcalde de Busot, Alejandro Morant, tiene claro que las principales líneas de actuación tienen que ir destinadas a Pymes, autónomos y negocios locales. «En estos pueblos la situación será peor y costará mucho salir adelante», señala.