El alcalde de San Vicente del Raspeig, el socialista Jesús Villar, fue recibido ayer por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en el Palau de la Generalitat. Volvió de València contento de su encuentro y «respaldado», que es lo que más necesitaba el primer edil en unos momentos en los que el grupo municipal está dividido y él, en franca minoría.
El hecho de que el presidente de la Generalitat haya recibido al alcalde de San Vicente en estos momentos evidencia el apoyo del líder socialista a Villar en la crisis interna y la división del grupo municipal socialista en la localidad. De hecho, hasta el momento no son muchos los alcaldes de la Comunidad que han pasado por el Palau para reunirse con el jefe del Consell.
Apenas ha pasado una semana tras el tenso pleno municipal en el que se evidenció que hay una fractura en el grupo municipal socialista, que gobierna en San Vicente junto a EU. La tensa discusión entre el alcalde y el portavoz, José Luis Lorenzo, durante el pleno a la vista de toda la corporación y los vecinos, venía motivada por la reclamación que todos los grupos políticos habían consensuado en enero hacer a Ximo Puig por no consignar un euro en inversiones en los presupuestos de la Generalitat para San Vicente. Lorenzo le recriminó al alcalde un viraje de última hora que evitó que la declaración institucional saliera adelante; algo que Villar negó recordando que siempre advirtió que no iba a respaldar una reclamación contra el Consell.
De su visita de ayer a Ximo Puig, el alcalde incidía en que estaba solicitada «desde hace mucho tiempo». Aunque la llamada de la Generalitat para la cita finalmente llegó el lunes. «Hemos hablado de todo lo que tenemos en común el Ayuntamiento y la Generalitat: Edificant, las viviendas sociales y las necesidades que tenemos de inversión, sin concretar específicamente, para ver qué se atiende desde la Generalitat», explicaba Villar. El primer edil señala que el presidente Puig es consciente del malestar en San Vicente por la falta de inversiones y explica que su objetivo es trazar actuaciones de mandato «y no pensar de año a año». Y ya se han emplazado para hacerlo en otra reunión.
El encuentro también trató de la situación del grupo municipal socialista de San Vicente tras el pleno del miércoles pasado. «Está preocupado por el partido. Es conocedor de la situación. Me vuelvo muy satisfecho del apoyo recibido. Es consciente de que los alcaldes tenemos una representación importante en nuestros municipios y tenemos que liderar las actuaciones en el municipio y el partido».
Decisiones
Villar volvía respaldado y señalaba que los órganos del partido a nivel provincial o de la comunidad «tiene que ver si toman alguna decisión, porque lo lamentable es que haya divergencias y se evidencien».
Su objetivo es que el grupo municipal esté al lado del alcalde. En un momento en el que el PSOE sanvicentero cuenta con 10 concejales «debemos poder gobernar y hacer políticas para nuestros ciudadanos».
Villar asegura que la tensa relación que existe con el portavoz socialista y que se puso de manifiesto en el pleno de enero y sobre todo en el de febrero no se refleja en la gestión del día a día en San Vicente, y asegura que tampoco va a influir y que ya ha habido acercamientos para distender la situación.
Tras su encuentro con Puig, Villar tiene el convencimiento de que ha de llegar a un acuerdo, sobre todo cuando el mandato no ha hecho más que empezar.
«Lo único que se va a pedir es sensatez y ponernos a trabajar juntos porque queda más de un año para renovar las ejecutivas y ahora toca trabajar», añade.
No se siente marginado en el grupo socialista, pero admite que «me gustaría tener más cordialidad, pero no me siento al margen y me consta que dentro del partido tengo todo el apoyo y eso te ayuda a levantarte por la mañana y trabajar por tus vecinos».
Confiesa que es hombre de calle y de trabajar y estar entre sus vecinos. Lo «orgánico no es de lo que más me gusta, prefiero sentirme arropado con mis vecinos».
