En el sueldo no deberían ir implícitos los insultos y las faltas de respeto, y mucho menos las agresiones, pero ocurre y algunos empleados conviven a diario con esa realidad. Y llueve sobre mojado en el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig donde ya se han producido episodios de tensión e incluso ataques a los profesionales. El lunes una trabajadora de los servicios sociales del consistorio fue agredida por una de las usuarias que acudía a una cita en el departamento de atención a la infancia y juventud. La funcionaria oyó gritos en el despacho contiguo y acudió para tratar de mediar al escuchar los insultos que se proferían contra su compañero que estaba atendiendo a la mujer y un acompañante. Según las fuentes consultadas, sin ni siquiera mediar palabra, la agresora agarró del cuello a la funcionaria provocándole arañazos y dejándole marcas en el cuello. Se trata de una usuaria de los servicios sociales que ya había acudido en otras ocasiones.

Los hechos ocurrieron en la tercera planta del edificio consistorial, donde se ha habilitado recientemente un despacho de atención social destinado a casos relacionados con la infancia y la juventud. La mayor parte de la atención de Bienestar Social se encuentra ubicada en la segunda planta del Ayuntamiento y es allí donde está la mayoría del personal que atiende los servicios sociales. Como medida preventiva y disuasoria, en la segunda planta hay un agente de Policía Local en segunda actividad; pero en la tercera no existe ningún sistema de vigilancia que hubiera podido impedir o actuar rápidamente en la agresión.

Una patrulla de la Policía Local acudió a la llamada de socorro. Cuando llegaron, la agresora ya se había marchado. El edil de Seguridad, José Manuel Ferrándiz, explica que los agentes han elaborado el informe de actuación y abrieron un parte de lesiones. Y añade que es en la Guardia Civil donde se debe instruir la denuncia.

La trabajadora no acudía ayer a su puesto de trabajo y se ha tomado varios días de permiso tras la situación traumática vivida. Ayer el desasosiego entre los trabajadores era patente y reconocían tener sensación de indefensión y desprotección.

La inseguridad constante con la que viven los trabajadores de los servicios sociales se denuncia desde hace años. Y sobre la mesa de la concejala de Bienestar Social, Isabel Candela, hay escritos de los propios empleados públicos en los que solicitan que se tomen las decisiones para dotar al servicio de medidas que impidan las agresiones a los trabajadores.

Buscando soluciones

La concejala aseguraba ayer que «en el plazo más breve posible» los servicios sociales municipales van a contar con seguridad para evitar nuevos episodios. Y explicó que desde ayer a primera hora se están buscando las mejores soluciones. «Se necesita seguridad en el Ayuntamiento y en ello estamos. Estamos estudiando las posibilidades que tenemos y qué tipo de seguridad. Esto es sí o sí», advertía la edil, quien considera que no son tolerables estos comportamientos. «Las heridas de la trabajadora no son de gravedad, lo grave es que ha sido agredida». La responsable de Bienestar Social admite que «sé del riego y la exposición a la que están sometidos los trabajadores, estoy con ellos y lo veo. La seguridad se tenía que haber puesto hace tiempo», admite.

Por su parte, el edil de Seguridad señala que una de las opciones que se barajan es destinar a un agente permanentemente a este área. «Estamos viendo de qué manera podemos hacer una redistribución de efectivos para dotar de más seguridad al Ayuntamiento»

De los sindicatos municipales únicamente el de Empleados Públicos de la Comunidad Valenciana (SEP) condenaba ayer lo ocurrido recordando la necesidad de dotar de más seguridad al consistorio, que carece de control de acceso y agentes que lo custodien. Un asunto denunciado en varias ocasiones en el Comité de Seguridad y Salud Laboral.

El pasado 6 de marzo solicitaron de manera urgente que se tomaran las medidas oportunas para que haya presencia efectiva de personal público o privado encargado de garantizar la seguridad y custodia de las dependencias municipales y en especial las de Bienestar Social.