El casco antiguo de Busot se encuentra patas arriba. El Ayuntamiento de la localidad ha comenzado las obras de la última fase que comprende la remodelación de las principales calles del centro urbano. Las actuaciones consisten en la eliminación de las aceras y del antiguo asfalto, que será sustituido por adoquines, tanto en las mismas como en la zona de tránsito de vehículos. Además, como principal novedad de este proyecto co-financiado por la Diputación de Alicante, en esta misma obra se renovará la red de distribución de agua potable de estas calles con la adaptación y revisión de los colectores públicos. De esta forma, la administración local retoma así este tipo de trabajos después de diez años y en búsqueda de un casco antiguo «más accesible y menos peligroso».

El objetivo de las actuaciones, que se prolongarán hasta el próximo mes de abril, es el de adecuar los «estrechos viales» que forman parte del centro por caminos peatonales, tal y como ya ocurrió en el año 2010. «Este tipo de viales sigue la línea de peatonalización de hace unos diez años, cuando ya se sustituyeron las viejas aceras por calles adoquinadas sin desniveles», explicaba el alcalde del municipio, Alejandro Morant (PP). Añadía que «con estos trabajos no sólo se mejorará la imagen de una de las principales partes del municipio, sino que se eliminará el peligro que suponía tener viejas y estrechas aceras como las que vamos a adaptar».

El Ayuntamiento advierte que las calles estarán listas para la celebración de las próximas fiestas patronales, puesto que la mayoría de actos festeros de Moros y Cristianos tienen lugar en estos emplazamientos. «Está previsto que dentro de dos meses hayan finalizado las actuaciones, fecha además en la que se espera también reabrir la circulación al tráfico». El concejal de Urbanismo, José García (PP) indicaba que esta obra formaba parte de las históricas que ha vivido el municipio, ya que en los años 60 se instaló el sistema de alcantarillado local que ahora se perfecciona en este plan.

«Estamos eliminando barreras arquitectónicas para buscar un mejor acceso y desplazamiento de los vecinos a esta zona», detallaba García. El edil también señalaba que esta renovación «era necesaria» en el corazón de un municipio que apenas cuenta con 3.000 habitantes y que guarda una parte importante de su historia en estas calles que ahora reflota. «No perdemos de vista tampoco las urbanizaciones pero era prioritario intervenir el casco antiguo», observó el concejal de Urbanismo.

Financiación

Esta obra está incluida dentro del Plan de Obras y Servicios de la Diputación provincial del año 2018, que a su vez se completa con la instalación de parte del colector general de alcantarillado de la urbanización «Pisnella». Las mismas actuaciones suponen un coste total próximo a los 310.000 euros. De esta cifra, el órgano provincial aportará el 80%, unos 250.000. Y el Ayuntamiento de Busot aportará lo restante, unos 60.000 euros. El ejecutivo local ya pone el foco para intervenir también en las urbanizaciones.