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Xixona rechaza la macroampliación del vertedero por su gran impacto visual y por ser desproporcionada

El Consistorio alega contra la propuesta de la empresa al considerar que doblar la capacidad de enterramiento carece de base legal y va contra las medidas que buscan aumentar el reciclaje

Xixona rechaza la macroampliación del vertedero por su gran impacto visual y por ser desproporcionada

No a que Piedra Negra se convierta en el mayor vertedero de la provincia. El Ayuntamiento de Xixona ha presentado alegaciones contra la macroampliación del vertedero con el apoyo de todos los grupos políticos para tratar de frenar una actuación que considera completamente desproporcionada.

Una de las principales razones es por su impacto visual, ya que la montaña de basuras que se entierran ya es visible desde varios puntos de la carretera CV-800, y de aprobarse la propuesta de la empresa su repercusión sería mayor, al permitir alcanzar una altura mayor. Y otra es la falta de justificación y sustento legal de una ampliación de tal envergadura, que prevé enterrar en los próximos 20 años prácticamente la misma cantidad que durante sus primeros 20, pese a una legislación que va a obligar a un mayor reciclaje y a un menor enterramiento de residuos.

Estas alegaciones se unen a las presentadas por Ecologistas en Acción, con las que coincide en varios de los puntos. La alcaldesa Isabel López afirma que la solución no puede seguir siendo el enterramiento masivo de basuras y una ampliación de este tamaño carece de justificación ni base legal, pese a que la empresa mantiene que sí.

La llegada de residuos ajenos al plan zonal de Xixona desde 2003 y la escasa recuperación han hecho que las cuatro celdas de Piedra Negra estén ya prácticamente colmatadas, pese a que debían funcionar hasta 2033. Y esta modificación de la Autorización Ambiental Integrada solicitada por Cespa-Ferrovial consiste en la ampliación de las instalaciones con las celdas 5 y 6, con capacidad para 2,3 millones de m3, cuando las cuatro ya existentes tenían 2,6 millones de m3, lo que está generando una gran preocupación en la localidad turronera.

Las alegaciones concluyen que «desde un punto de vista conceptual y de encaje legal con el sistema de gestión de residuos vigente en la Comunidad Valenciana, entendemos que no tiene cabida autorizar un proyecto de ampliación de esta envergadura, pues trasciende de manera evidente y reconocida el ámbito del plan zonal en que se inserta. La ejecución de esta actuación no solo supone una alteración de este sistema, sino que claramente desincentiva la puesta en marcha de instalaciones en otros planes zonales de la Comunidad», en clara alusión a la Vega Baja, que 20 años después sigue sin contar con un vertedero propio y sus basuras se reparten entre Xixona, Villena y Alicante. Y no se entiende que Piedra Negra siga contando con estos residuos en las próximas dos décadas, sin plantear la posibilidad de que un día dejen de llegar por la construcción de la planta de la Vega Baja y haya menos basuras.

Añade que «la gestión de residuos de otros planes zonales no es algo que voluntariamente esté promovido en el sistema legal de gestión de residuos de la Comunidad, y además de lo expuesto, supone un impacto ambiental no evaluado en el estudio analizado, consistente en las emisiones de gases de efecto contaminante derivados del transporte de estos residuos de localidades ajenas al plan zonal».

Residuos desde la carretera

En cuanto al análisis del impacto paisajístico, «hemos podido comprobar que algunos criterios de valoración subjetiva no están debidamente justificados, y si lo fueran siguiendo los criterios técnicos usados en este informe, existen otros emplazamientos mejor ubicados desde este prisma para su implantación». Del mismo modo, la elevación de la cota del terreno de los 300 metros sobre el nivel del mar actual que puede alcanzar la parte superior del vertedero hasta los 318 metros, «supondrá un impacto paisajístico notable que no ha sido evaluado ni considerado en su justa medida». Un impacto que ya se deja notar desde la carretera CV-800, ya que las basuras que se entierran asoman entre las montañas y se ve claramente el vaso de vertido, ofreciendo una imagen terrible de la Cuna del Turrón.

Estas cuestiones, «además de otras técnicas (como la ausencia de estudio acústico o de tráfico debidamente justificado, o el impacto sobre la vía pecuaria), obligan, cuanto menos, a reconsiderar el proyecto en curso, bien valorando la inconveniencia de su desarrollo (por extralimitarse de las determinaciones del plan zonal en que se inserta y desincentivar claramente la ejecución de las propias de otros planes zonales), bien alterando el proceso constructivo diseñado para reducir y evitar el notable impacto paisajístico generado».

Ecologistas

Por su parte Ecologistas en Acción alerta en sus alegaciones que esta ampliación es ilegal al no estar contemplada en el Plan Integral de Residuos, las celdas previstas podrían provocar filtraciones, se han incumplido los valores de recuperación y de vida útil del complejo, los datos que se aportan no son correctos y la ampliación no está justificada debidamente. Y tampoco se toman medidas para frenar los malos olores que genera.

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