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La oposición urge al tripartito de Mutxamel a acabar con el ruido del pabellón deportivo

Achacan a PP, Cs y Vox que no se haya insonorizado la infraestructura, inaugurada en 2016, pese a las quejas vecinales

El pabellón municipal de Mutxamel «Los Olmos» fue inaugurado en diciembre de 2016 y ha provocado numerosas quejas vecinales. INFORMACIÓN

El «nuevo» pabellón municipal «Los Olmos», de Mutxamel, lleva consigo un lastre desde su inauguración en diciembre de 2016 por los problemas que se generan la mayoría de fines de semana por los constantes y molestos ruidos de las competiciones deportivas. Los grupos de la oposición municipal llevan varios años solicitando al Partido Popular que afronte los problemas que afectan a los residentes que viven en las proximidades del polideportivo, como son los alborotos y gritos de los partidos que se celebran muchos sábados y domingos en el municipio.

Las quejas de los vecinos las han recogido Podemos y el Partido Socialista que acusan al alcalde, Sebastián Cañadas (PP), de hacer «caso omiso» a las reclamaciones de los afectados para que se insonorice la construcción.

Las críticas comenzaron al año y medio de inaugurarse, cuando en junio de 2018 la Policía Local, tras acudir al lugar en varias ocasiones, se vio obligada a realizar sonometrías para calibrar el volumen que se generaba y que llegaba al exterior durante los partidos, especialmente de fútbol sala y de balonmano. Entonces, el grupo municipal de Podemos, con el concejal Borja Iborra al frente, denunciaba «la falta de insonorización» que no se tuvo en previsión en el momento de la construcción de esta obra, que califica también de «electoralista».

Asimismo, el grupo municipal socialista también trasladó al tripartito las quejas continuadas que llegaban de los vecinos de la zona. «No han pasado ni tres años desde su inauguración, y este pabellón está suponiendo un dolor de cabeza a los vecinos que viven cerca de Los Olmos», indicaba su portavoz, Loreto Martínez. Además, Compromís también atacaba al Partido Popular y Ciudadanos por «excluir» estas reclamaciones de los presupuestos municipales. Una crítica que quedó patente durante el último pleno por parte de PSOE, Podemos y la coalición valencianista.

De hecho, el edil morado, Borja Iborra, acusó al equipo de gobierno de preferir «más banderas de España que invertir en la insonorización del pabellón». Además, los grupos de la oposición achacan también al alcalde Cañadas que «no haya llevado a cabo más mediciones» al respecto y más después de disponer de atestados de agentes locales sobre el exceso de ruido.

«No sabemos si actualmente se están cumpliendo con los barómetros de sonidos porque el alcalde nos dijo que no había novedades», subrayó Iborra.

«Dentro de la legalidad»

Sin embargo, tal y como afirma la concejal de Deportes de la localidad, Nieves Corbí (Cs), el equipo de gobierno sí ha calibrado varias veces los ruidos en los alrededores y no se han obtenido «niveles altos de contaminación acústica». «En las mediciones que se han realizado, las lecturas están dentro de los parámetros legales», confirma la edil. Ahora, «siendo conscientes de la problemática» que afecta a los vecinos, la concejalía está buscando una solución para «paliar las molestias y para ello se van a realizar dos actuaciones», según destaca Corbí. El Ayuntamiento llevará a cabo un estudio acústico de predicción, mientras se efectuará, además, otra auditoría acústica. «Una vez hechos estos estudios, sabremos cómo actuar de la mejor manera para atender y solventar este escenario», añade la responsable municipal.

También por parte del Partido Popular, la edil de Hacienda, Lara Llorca, junto al portavoz popular, Rafael García Berenguer, indicaron que esta reclamación «no quedaría desatendida» pese a no contar con una partida específica, puesto que la posibilidad de insonorizar el edificio se «incluiría dentro de otras actuaciones». Pese a las posible actuaciones del tripartito sobre este asunto, la instalación acumula numerosas quejas y deficiencias durante los últimos tres años que lleva en pie la obra.

La primera medida que se tomó tras las mediciones del ruido que provenía del interior del pabellón fue el cambio de la bocina. El sonido que provocaba tal elemento durante los encuentros deportivos superaba el límite soportando durante las sonometrías. Además, tal y como señala el edil de Podemos, Borja Iborra, la construcción no cuenta con los espacios necesarios para personas con movilidad reducida en las gradas. «Se hizo con prisas, fue una chapuza», recalca.«No está bien acabado y las consecuencias las están pagando los vecinos y los propios deportistas, puesto que no disponía de las licencias y medidas adecuadas para la práctica de muchos deportes», añade Iborra. Algo que desmiente el mismo equipo de gobierno municipal.

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