El tripartito culpó ayer al anterior equipo de gobierno y a la Generalitat de la falta de un plan de vigilancia contra los malos olores del vertedero de El Campello. En un comunicado salió al paso de un escrito del Consorci Mare en el que se recordaba que para activar este instrumento la Generalitat y el Ayuntamiento debían aprobar antes este programa. Y la respuesta ha sido que «la responsabilidad sobre el funcionamiento de la planta y la gestión de olores corresponde a la Generalitat, como institución que concedió la licencia al Consorcio. La Dirección General de Cambio Climático es la que debe aplicar un protocolo de vigilancia y control. El Ayuntamiento en este caso actúa como agente colaborador».

El equipo de gobierno afirma que «los problemas que se derivan del funcionamiento de la planta generan muchas quejas vecinales, y nosotros llevamos seis meses reclamando una reunión con la Dirección General, sin respuesta todavía». Remarca que «la inexistencia de ese plan de gestión de olores es un problema heredado del anterior gobierno que dirigía Compromís, cuya edil Cintia Alavés era responsable de Medio Ambiente y presidenta del Consorcio. Nunca hizo nada por solucionarlo, pese a que tenía que estar resuelto desde 2016. En aquella época, el presidente actual del Consorcio, José Vicente Ferriz, ocupaba la vicepresidencia, y conocía perfectamente el tema».

La Corporación recuerda que «hay un plan de vigilancia de la Policía Local, que visita a diario la zona y comprueba olores. Ese protocolo se lleva a cabo de forma rutinaria y cuando se registra alguna queja vecinal, para medir nivel de intensidad y persistencia de olores. Cuando se detecta alguna anomalía se comunica a la planta, que debería disponer de un plan específico para actuar, pero no es así. Los informes policiales se remiten a Conselleria en todos los casos».

El edil de Medio Ambiente, Julio Oca (Cs), destaca que «el Ayuntamiento ha pedido ese Plan de Gestión de Olores específico por activa y por pasiva, y vamos a insistir».