Mutxamel rindió anoche homenaje a una entidad que puso la semilla de la cultura y el asociacionismo en la localidad hace justo 50 años. El Centro Social acogió el acto de conmemoración del 50 aniversario de la creación del Club d'Amics de la Unesco de Mutxamel, con la que antiguos integrantes de esta entidad relataron lo que supuso su fundación para el municipio y la comarca. Así se quiso poner en valor la labor cultural y social que desarrolló durante su corta pero intensa e inspiradora vida, entre los años 1969 y 1973, y que supuso la semilla del movimiento cultural y asociativo.

La comisión organizadora realizó una presentación en la que mostraron cómo era Mutxamel y el mundo en 1969, con el hombre llegando a la Luna o las repercusiones de las protestas del Mayo Francés de 1968. Y también intervinieron los dos presidentes que quedan vivos de la organización, Guillermo Bernabeu y Francisco Esteve Antón, en un emotivo acto con que el que quiso transmitir la «entrega, generosidad e ilusión» que representó su creación para toda una generación.

Esta entidad nació como subsede del club de Alicante de amigos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y Assumpció Brotons, cronista municipal y una de sus fundadoras, explica que cuando nació la entidad ella tenía 15 años: «Recuedo que fueron cuatro años muy intensos hasta que el Gobierno Civil ordenó el cese de la actividad para las subsedes. Eran tiempos complicados, tanto porque no teníamos medios económicos, ya que lo pagábamos todo con las cuotas de los socios, como por las trabas legales. Por ejemplo para hacer cualquier cosa, como un recital de poesía, ya fuera en valenciano o en castellano, teníamos que pedir permiso al Gobierno Civil y al Ministerio de Información y Turismo, y nos enviaban además a una pareja de la Guardia Civil para supervisarlo».

Pero a pesar de ello «éramos un club muy activo, incluso hacíamos más actividades que en Alicante. Se convirtió en una auténtica casa de cultura, muy viva, organizando actividades de todo tipo, sobre la alienación de la mujer, agricultura, educación cante jondo...y aglutinaba a gente de otros lugares como Sant Joan y El Campello. Llegamos a organizar un concierto de Lluís Llac al que vinieron entonces 15.000 personas, algo impensable. Y también conseguimos traer a Ovidi Montllor, Raimon, La Trinca, teníamos cine forum... Aquel club fue el germen de la asociación de vecinos Les Fontetes y de las plataformas que vinieron después, y de la participación ciudadana en la vida municipal. No pedíamos cosas a nivel particular, sino para el colectivo». Y este legado, 50 años después, sigue muy presente.