La Conselleria de Educación asegura que se están tomando todas las medidas en el caso del niño de 11 años de Sant Joan d'Alacant cuya madre ha denunciado que sufre bullying en el colegio concertado al que acude. Señalan que se están realizando actuaciones por parte de la Unidad de Atención e Intervención (UAI) del Plan de prevención de violencia escolar y promoción de la convivencia (PREVI) de la Dirección territorial de Educación de Alicante en coordinación con la inspección educativa.

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La madre del colegial, Marilyn P. presentaba el pasado jueves 5 de diciembre una denuncia ante la Guardia Civil de Sant Joan, indicando que su hijo estaba sufriendo bullying desde hace tres años. Apuntaba a tres niños de 12 años como los acosadores y presentó un parte de lesiones del pequeño al que llevó al centro de salud el 2 de diciembre porque había sufrido traumatismos que el chaval atribuye a tres niños que se meten con él. La mujer se muestra muy preocupada por la salud e integridad de su hijo que afirma «está hundido» y padece ataques de ansiedad.

El pequeño sufre un «trastorno adaptativo con ánimo depresivo» según un informe de Psiquiatría Infantil de final de noviembre que ha recomendado que «dada la cronicidad de la situación y el empeoramiento del cuadro clínico, cabría la posibilidad de cambio de centro escolar». Algo que quiere y exige la madre.

Detalles

Desde Educación indican que en noviembre recibieron una comunicación de la inspección educativa sobre el caso y que entonces se activó el PREVI. A su vez, la Unidad de Atención e Intervención se puso en contacto con el centro telefónicamente «para conocer los detalles del caso y establecer pautas de actuación conjunta con el colegio y también con los servicios externos que atienden el alumno y a su familia», indican.

La Conselleria explica que en noviembre se realizó una reunión interdisciplinaria en la Dirección Territorial de Alicante. Y también se contactó con la madre para que formara parte de la reunión en la que participó la orientadora de la Unidad de Atención e Intervención y todos los agentes implicados en el caso: Educación y Servicios Sociales.

Desde Educación añaden que a la reunión acudió la psicóloga y la trabajadora social que atiende tanto al alumno como a la madre; la directora y orientadora del centro educativo; la orientadora de la Unidad de Atención e Intervención del PREVI y la madre del alumno.

El objetivo del encuentro era conocer con detalle el caso y las medidas adoptadas por el centro educativo. «Y a su vez, establecer cauces de colaboración, coordinación y comunicación entre los diferentes agentes de Educación, Servicios Sociales, Salud Mental, etc que conocen al alumno y su familia para abordar el caso», destacan. Otro de los puntos fue determinar actuaciones de acompañamiento y seguimiento del escolar y su familia coordinadas entre Educación y Servicios Sociales. Para entender por qué la madre del menor argumentaba la situación de riesgo para el niño quería conocer qué hechos lo habían motivado. Y a la vez, conocer al alumno para tener información de primera mano sobre la situación del menor.

Educación indica que hubo otra reunión interdisciplinar para el seguimiento del caso.

Educación también se ha centrado en el colegio y explica que también recabó información sobre las medidas adoptadas, indicando que «no se observaban conductas o actitudes que indicaran acoso escolar por parte del centro. No obstante la observación es exhaustiva y el centro ha mantenido comunicación constante con la madre para comunicar las medidas de urgencia tomadas, medidas de observación y vigilancia y de recogida de información», apuntan.

Al mismo tiempo hay un seguimiento de Servicios Sociales por factores de contexto más allá del espacio escolar.

Observación del alumno

Educación explica que en el centro escolar hay establecido un plan específico para la observación del alumno desde el punto de vista académico, emocional y de sus relaciones. Y cada semana el colegio comunica la evolución del escolar a la madre y hay una coordinación con Servicios Sociales. Un proceso en el que indican, la madre está colaborando.

El centro pide que el niño vuelva a sus clases

El pequeño de 11 años no está acudiendo al colegio desde hace una semana. Su madre explica que el niño se encuentra muy mal y no quiere que siga sufriendo ataques de ansiedad. Desde el colegio llamaron ayer a la mujer para preguntar por qué el escolar no está asistiendo a sus clases y para advertir de que están en plena evaluación y que debería acudir al centro para completar el trimestre escolar y que no pierda los controles.

La madre se niega a que siga acudiendo al centro escolar y exige que se le cambie de centro. «El niño está bien y tranquilo en casa», cuenta Marilyn P., que señala que el lunes pasado «le dio una crisis, empezó a llorar que no podía más». Considera que lo mejor es que no vuelva.

Antes de valorar un cambio de centro, desde la Conselleria de Educación se emplazan a la reunión multidisciplinar prevista para el día 18 para realizar el seguimiento del caso.El colegio lamenta el revuelo creado por la denuncia

La vida del centro escolar se ha alterado y la denuncia de Marilyn P. ha puesto el foco en el centro, que lamenta el revuelo generado entre padres y alumnos. «Estamos siguiendo los pasos y las medidas para que el niño no esté desprotegido. Por nuestra parte no podemos hacer más», apuntan desde el colegio Carmelitas. Afirman que «está todo activado para buscar las causas, nos preocupa el niño desde el primer momento». v. mora