La XI Feria de Navidad de Xixona arrancó ayer con un homenaje póstumo a cuatro empresarios turroneros, pertenecientes a una generación clave para el desarrollo de este sector. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, fue el encargado de dar inicio a este certamen que ofrece la mayor variedad de turrones y dulces navideños, y que se alargará hasta el domingo, con una previsión de 85.000 visitantes.

Puig, acompañado de varios consellers de las tres formaciones que forman en Botànic y de diputados nacionales, provinciales y autonómicos, reivindicó la industria del turrón por su «capacidad de innovar e internacionalizarse», y destacó la importancia del reconocimiento realizado por el Ayuntamiento y la Asociación de Comerciantes y Empresarios (AEX) a estos cuatro turroneros.

Los homenajeados con la insignia de oro de Xixona fueron José Antonio Sirvent Arroyo, propietario de El Lobo y 1880, Virgilio Picó, fundador de Turrones Picó, y Roberto Soler, presidente de La Fama y Antiu Xixona, recogiendo los reconocimientos sus hijos y sucesores en la labor empresarial dentro de sus respectivas marcas. Y también se entregó una placa a la familia de José Enrique Garrigós, presidente del Consejo Regulador, fallecido el pasado agosto y que ya contaba con la insignia de oro.