La empresa contratista que debía reformar y «blindar» contra los vándalos los aseos del parque Lo Torrent de San Vicente del Raspeig y reparar el deteriorado vallado ha dejado «colgado» al Ayuntamiento. La mercantil no ha respondido a los requerimientos realizados desde el consistorio.
Además, desde hace más de un mes y medio, los dos bloques de aseos del parque están cerrados y no se presta este servicio a los cientos de usuarios que utilizan el espacio verde más importante del municipio, con 65.000 metros cuadrados.
El hecho de que la empresa no haya iniciado los trabajos obliga al consistorio a iniciar de nuevo el proceso de contratación, lo que demorará meses el procedimiento, que se iba a sufragar como una inversión financieramente sostenible (IFS).
Se convierte en el segundo contrato de envergadura que no se cumple en los últimos años. La empresa que debía remodelar los bajos del Ayuntamiento tampoco inició la obra y en septiembre de 2018 se rompió el contrato, que no ha vuelto a tramitarse.
Los continuos destrozos sufridos en los últimos años en los servicios públicos de Lo Torrent motivaron hace más de un año la redacción de un proyecto que contemplaba unos baños antivandálicos en los que no se pudiera robar la grifería ni destrozar el inodoro, como ocurría de forma habitual.
El proyecto redactado en agosto de 2018 también incluyó la reparación de parte del vallado de piedra del parque, que sufre un importante deterioro, tanto que algunos de los postes están deshechos.
En febrero, el Ayuntamiento anunció que la empresa Mainco Infraestructuras y Medio Ambiente SL era la proposición con mejor relación calidad-precio para llevar a cabo los trabajos. Había competido con otras siete empresas e iba a ejecutar la obra por 251.680 euros, más de 100.000 euros menos del precio de licitación que fue de 365.000 euros. En mayo se adjudicó definitivamente y desde entonces, ninguna actividad.
Inactividad
El alcalde y concejal de Urbanismo, Jesús Villar, apuntaba a la adjudicataria cuando el portavoz del grupo municipal popular, Óscar Lillo, interpeló sobre la tardanza en iniciar una reforma que tendría que haber arrancado en el verano.
Las obras «no se han iniciado por inactividad del contratista», explicaba el primer edil. El Ayuntamiento ha hecho requerimientos a la adjudicataria de las obras para iniciar la actividad. Villar explica que el 25 de octubre, y a través de un decreto, se le pidió a la mercantil que presentase documentación pertinente para el inicio de la obra. En ese decreto se advertía que, de no hacerlo, se consideraría como incumplimiento contractual y se le informaba a la mercantil que supondría iniciar el procedimiento de resolución de contrato con incautación de la garantía definitiva y exigencia de indemnización de daños y perjuicios.
«A fecha de 21 de noviembre, el servicio de Arquitectura informó que no ha recibido la documentación requerida por lo que se iniciará el procedimiento de resolución del contrato», afirma el concejal de Urbanismo.
Desde el consistorio señalan que se incauta la fianza que depositó la mercantil al adjudicarse la obra, que supone un 5% del total del importe global de la actuación «y se valorará si es suficiente o se le debe hacer una reclamación mayor». Y anuncian que se volverá a licitar.
3.000 euros al año
El proyecto de aseos antivandálicos pretende acabar con los continuos destrozos que sufren en especial los aseos del parque. El concejal de Parques y Jardines, Alberto Beviá, estima que cada año el gasto de reponer los inodoros, grifería y reparar los sistemas eléctricos y de fontanería suponen un desembolso de 3.000 euros.
Actualmente los aseos están cerrados dado que también lo está el quiosco que ofrecía un servicio de bar cafetería en Lo Torrent y que, a su vez, custodiaba las llaves para poder acceder a los aseos. El contratista ha renunciado a seguir explotando el quiosco y el Ayuntamiento prepara un nuevo pliego para adjudicar de nuevo el servicio.
Además, ya se han instalado las cámaras de vigilancia anunciadas para paliar los actos vandálicos en el parque. Beviá señala que están a falta de tramitar su puesta en marcha.
