Tres meses después de la agresión, la Torre de L'Illeta dels Banyets de El Campello ya luce en todo su esplendor. El monumento, del siglo XVI y declarado en 1991 Bien de Interés Cultural (BIC), sufrió en agosto el incomprensible y repudiable ataque de unos jóvenes que realizaron pintadas en el paramento. La gamberrada indignó a todo un pueblo, orgulloso de su mayor símbolo. El alcalde, Juanjo Berenguer, que además asume las competencias directas del departamento de Patrimonio, denunció los hechos a la Guardia Civil, mientras agentes de la Policía Local consiguieron identificar y detener al agresor. La zona quedó vallada

El atentando tuvo lugar en la madrugada del 18 de agosto pasado, cuando al amparo de la oscuridad un grupo de cuatro jóvenes realizó varias pintadas de corte amoroso que dañaron gravemente el monumento. Tras identificar el vehículo en el que huyeron, el vigilante de la zona del yacimiento arqueológico alertó a la Policía Local, que consiguió localizar el coche e identificar los ocupantes, que portaban en el maletero varios botes de spray de pintura de color negro con la que hicieron las pintadas (consistentes en frases amorosas en inglés, un corazón y un símbolo fálico), sobre el muro de mampostería, de aproximadamente 11,2 metros lineales, a una altura aproximada de 170 centímetros en la base sureste de la torre.

Uno de jóvenes, conductor y propietario del vehículo y vecino de la vecina Aigües, fue detenido y acusado de atentado contra el patrimonio histórico. El joven fue sometido a las pruebas de alcoholemia, que dieron positivo.

Daños graves

Una vez valorados los daños, calificados de «graves» por los expertos, el alcalde contactó con la empresa «Estrats, treballs d'arqueologia, S.L», que evaluó la situación y dispuso una actuación especial para limpiar el lienzo sin dañar la piedra. Previamente fue necesario recabar autorización especial de la Conselleria de Cultura, garante de todos los BIC de la Comunidad.

Ana Valero, responsable de los trabajos, ha explicado que la empresa especializada «GIR Control» optó por la técnica de la microabrasión a baja presión mediante partículas de silicato de aluminio biodegradable. En los trabajos de limpieza no se han aplicado disolventes, y eliminados los grafitis la torre luce espléndida después de recuperar su tonalidad original.

El alcalde Juanjo Berenguer ha anunciado que, una vez finalizados los trabajos y con la torre en perfecto estado, se retirarán las vallas protectoras que impedían el acceso al recinto, que volverá a acoger actos y celebraciones en la localidad.