Un trámite que debería ser rutinario se ha convertido en noticia. Los funcionarios del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig pasarán entre noviembre y diciembre el reconocimiento médico. Y el hecho es extraordinario porque el año pasado no tuvieron la oportunidad de someterse a las pruebas médicas que habitualmente pasan cada año los empleados que deciden hacérselo; y que en el caso de los policías locales es obligatorio.
Durante la semana, el área de Recursos Humanos ha enviado a todos los trabajadores municipales, una plantilla de alrededor de 400 personas, un escrito recordándoles el examen anual de salud. Este es el primer año que el área de Recursos Humanos pide expresamente a los funcionarios que acepten o rechacen las pruebas.
El escrito especifica que el colectivo de la Policía Local tiene que hacérselas y no pueden negarse a ellas. De esta forma, el Ayuntamiento está reconociendo que el año pasado no cumplió con la obligación legal de ofrecer este servicio, con el agravante de que los agentes deben de pasarlo obligatoriamente.
De hecho, el consistorio tiene interpuestas denuncias de varios sindicatos y de dos particulares por este motivo. Uno de ellos es un policía local de San Vicente que ya advirtió, meses atrás, de esta irregularidad e incluso recurrió al Síndic de Greuges.
El sindicato CCOO es una de las entidades que ha presentado denuncia por el hecho de que durante el ejercicio anterior el Ayuntamiento no contrató un servicio de prevención de riesgos laborales.
