El dicho de que a la tercera va la vencida no concuerda exactamente con lo que va a hacer el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig el próximo jueves. El equipo de gobierno ha convocado un pleno extraordinario con un único punto del orden del día: la prórroga del contrato de limpieza de edificios municipales y colegios.

No será la primera, ni la segunda vez que este contrato ya extinguido, se tiene que prorrogar. Las dos ocasiones anteriores ha sido por decreto del alcalde, Jesús Villar. Y la empresa ha seguido prestando el servicio, a pesar de haber caducado, puesto que no se había licitado aún un nuevo contrato. Ese pliego que estaba "a punto" en la anterior prórroga, sigue sin estar listo y de nuevo el consistorio se ve obligado a prolongar de forma extraordinaria este contrato.

En esta ocasión se lleva al pleno, algo que a la oposición le parece que supone implicarles en una decisión que se debe a una gestión inadecuada del consistorio. El equipo de gobierno vuelve a invocar las repercusiones negativas que puede suponer no prestar el servicio puede suponer en aspectos esenciales como una posible falta de salubridad, higiene y limpieza tanto para los funcionarios como el público en general.

Esta decisión municipal cuenta con informes desfavorables de la secretaría municipal, los servicios jurídicos municipales y la Intervención. A la vez, la propia empresa que presta el servicio ya advirtió a principios de octubre al Ayuntamiento que no quería continuar prestando el servicio "en las condiciones contractuales y económicas actuales".