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Muchavista, el motor económico de El Campello

Vista aérea de Muchavista, con la playa de San Juan al fondo. Rafa Arjones

La playa de Muchavista representa el auténtico motor económico de El Campello. Gracias al turismo, sobre todo de segunda residencia, en verano la población de Muchavista se multiplica hasta por siete, pasando de los 7.500 empadronados que tiene a rondar las 50.000 personas para un municipio con 27.500 habitantes censados en total. Un aumento brutal que hace también que se resientan sus servicios.

Este propulsor económico se configuró a partir de los años 50, pasando en apenas tres décadas de una zona de explotaciones agrícolas a un enclave turístico de primera magnitud. Muchavista y la Playa de San Juan en Alicante forman un mismo arenal, conocido originariamente como playa de l'Horta, al ser el límite con el mar de la fértil huerta alicantina. Y fue a partir de los años 50 cuando empezó a urbanizarse Muchavista, primero con chalés, y después con las grandes urbanizaciones y rascacielos que son ahora su seña de identidad y que terminaron por desarrollarse sobre todo en los años 80, según recuerda Pepe Varó, edil de Urbanismo en aquella época. De esta forma las fincas agrícolas que salpicaban esta zona de la huerta de Alicante se fueron transformando en zonas residenciales para el sol y playa.

El Trenet y su posterior remodelación hace 15 años como TRAM, que discurre por la primera línea de playa, ha sido también vital para este crecimiento y para articular esta zona residencial con graves problemas de comunicaciones por carretera. Precisamente este rápido crecimiento urbanístico sin disponer de infraestructuras adecuadas como viales o servicios es el origen de muchas de las quejas los residentes. Y el actual alcalde, Juanjo Berenguer, recuerda que aún quedan por desarrollarse tres grandes planes urbanísticos en Muchavista que la crisis dejó aparcados y que prevén miles de casas, lo que comportarían más servicios, aunque a su vez contemplan soluciones y compensaciones urbanísticas que hace 40 años no se incluían como viales, zonas verdes y dotacionales... También clave para la zona fue la regeneración del arenal de 3,3 km al inicio de los 90.

Primero fue destino vacacional de personajes de moda e incluso se rumoreó que Sofía Loren pasó por allí, según cuenta Alfredo Campello, del colectivo Alicante Vivo. Y después, con la construcción de los rascacielos y las grandes urbanizaciones, llegaron las miles de personas que tienen su segunda residencia allí, en su gran mayoría turistas nacionales que pasan sus veranos en este idílico destino... aunque para los vecinos permanentes la época estival es un «caos» y se sienten abandonados y olvidados, según el presidente de la Asociación de Vecinos l'Horta Muchavista, Guillermo Larrazábal.

Inaccesible hasta los años 30

Alfredo Campello recuerda que hasta los años 30 Muchavista fue una zona casi inaccesible, especialmente el Rincón de la Zofra, destacando que con los primeros años de la República se construyó la carretera, lo que permitió abrir la zona para su posterior desarrollo.

Antiguamente se conocía todo como Playa de San Juan o Platja de l'Horta. En los 50 o 60 El Campello se puso firme y amojonó su término por la zona de la playa para evitar que Alicante le quitara terreno y recuperó el topónimo Muchavista para su trozo de Playa de San Juan, algo que provocó una gran polémica en la época. Muchavista era el nombre de la zona de la caseta de Carabineros de la playa y del trocito de playa inmediato. Hoy queda el topónimo Carrabiners en una parada del TRAM. El topónimo Muchavista asociado únicamente a la zona de la caseta de Carabineros ya aparece en plenos del Ayuntamiento de Sant Joan en 1918 . En un pleno se habla de un camino que va de la partida de Bellavista a la caseta de carabineros de Muchavista, una curiosa coincidencia de nombres, según destacan desde Alicante Vivo.

Puerto Banús

En aquella zona destacaba la finca Mussey, del Principe Pio, donde hoy está la Obra Salesiana, con su colegio y su magnífica pinada. Y casitas como la Basseta. En los 50 comenzó a construirse la Zenia, urbanización de chalés a la que vinieron personajes de moda como Carmen Sevilla, Alberto Closas o Zully Moreno, entre otros, que acudían a Sant Joan para sus compras y demás servicios. La falta de urbanización y conexiones así como la creación de Puerto Banús en Marbella hicieron que esa época dorada durara poco, según recuerda Alfredo Campello.

Uno de los primeros chalés fue Belvedere, propiedad del abogado y gastrónomo José Guardiola Ortiz, represaliado por el franquismo. En Muchavista levantaron sus casas personajes como Germán Bernácer o el Gobernador Aramburu que dio nombre a la carretera (hoy Jaume I El Conqueridor). Los primeros apartamentos fueron Monte Carlo, Cabo Verde, Tahití, La Ensenada y Gloria Mar, y como curiosidad este último no pudo colocar la caseta del ascensor en la terraza porque tapaba las vistas del chalé de Aramburu. De sus cinco plantas solo tenía ascensor hasta la cuarta y la maquinaria tuvo que colocarse en la quinta.

El palacete sin uso

Uno de los pocos exponentes de la época previa al desarrollo urbanístico de Muchavista y de su importancia agrícola es la finca rústica Villa Marco, que data de mediados del siglo XIX y que tuvo gran importancia para la Huerta de Alicante. A principios del siglo XX adquirió carácter residencial y su entonces propietario, René Bardin, la dotó de un estilo modernista con curiosas influencias del arte colonial francés que la diferencian del resto de fincas que aún se conservan en l'Alacantí. Destaca su palacete modernista de 1899, que lleva años pendiente de que el Ayuntamiento se decida a restaurar su interior y darle un uso, y sus bellos jardines de inspiración versallesca, que se usan como vivero municipal y reclamo turístico.

Del mismo modo el Liceo Francés de Alicante se trasladó hace ya más de 15 años junto a Villa Marco, representando otro importante referente educativo de la provincia que alberga Muchavista.

Y otro elemento destacado de la zona es que está delimitada por el norte por el río Seco-Montnegre, que viene a desembocar entre las playas de Muchavista y Carrerlamar, y que desde una década se ha convertido en un corredor verde gracias al agua de la depuradora de Sant Joan.

Reivindicaciones vecinales

El presidente de la Asociación de Vecinos l'Horta Muchavista, Guillermo Larrazábal, enumera las principales reivindicaciones de una zona que asegura está abandonada y sufre una enorme presión fiscal.

Comunicaciones

Las infraestructuras viarias de Muchavista son muy deficientes debido a la falta de planificación en su desarrollo hace 50 años. Está pendiente desde hace dos décadas abrir una vía parque dé salida a la zona a la antigua N-332 a la altura del enlace con la A-7 y la AP-7. Hace más de una década se logró descongestionar en parte el tráfico con un nuevo vial por el interior de la zona de playa después de que la reforma del Trenet dejara el paseo marítimo de un único sentido y desviara el otro sentido por el interior, lo que enervó a los residentes. Las conexiones siguen siendo muy complicadas con calles estrechas y de poca capacidad como las del Camí de Marco, La Font o Benimagrell para un área que en verano tiene 50.000 habitantes. Se espera que con el desarrollo urbanístico de varios planes se articulen las infraestructuras necesarias.

Impuestos y servicios

Los vecinos llevan una década denunciando la «salvaje presión fiscal» que sufren tras la revisión catastral de 2007 que ha duplicado los recibos del IBI, y que para nada está acorde con los servicios que tienen: falta de limpieza, un consultorio médico que urge de una ampliación y carece de muchos servicios, el abandono de las zonas verdes y la falta de seguridad. «Mucho cemento y poco verde».

Accesibilidad

El crecimiento desordenado también ha hecho que haya calles sin aceras o con aceras estrechas y obstáculos como farolas que impiden por ejemplo el paso de sillas de ruedas. También se quejan los residentes de la ausencia de una línea de bus que conecte la zona con el Hospital de Sant Joan.

Cultura

Lamentan la falta de actividades culturales, así como la falta de iluminación especial con motivo de las fiestas o de la Navidad. También reclaman pistas de petanca y otros servicios para los mayores y zonas infantiles.

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