Partido Socialista y Podemos han mostrado su total rechazo y consternación a la postura que adoptó el portavoz de Vox, Miguel Da Silva, sobre una Declaración Institucional que presentaron el resto de formaciones políticas del Ayuntamiento. En concreto, esta moción iba dirigida al 25 de Noviembre, «Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujeres», y recibió el apoyo de PP, Compromís, Podemos, Ciudadanos y PSPV-PSOE.

El único partido que votó en contra fue la formación ultra bajo el argumentario de que «esta moción acusaba a los hombres de asesinos y maltratadores por el hecho de ser hombres». El portavoz de Vox, Miguel Da Silva, tacho de «inmoral, sectaria, desigualitaria y anticonstitucionalista» el contenido de la misma. Por ello, desde el Partido Socialista señalan que estas frases que parecen sacadas de otro siglo, «las traía bien apuntadas pues este señor ha demostrado en los plenos celebrados que la improvisación no es su fuerte», sostienen fuentes socialistas.

«Lo más suave que pronunció el señor en la sesión plenaria fue llamar a los partidos políticos de izquierdas el bloque progre, además de cargar contra sus propios compañeros de gobierno (PP y Ciudadanos), llamándolos la derechita cobarde», indicaron desde la portavocía del PSOE. A raíz de estas declaraciones, apuntan que quedó demostrado que «todas las formaciones están unidas contra la violencia machista, además de contra cualquier tipo de violencia, excepto la ultraderecha de Vox».

También desde Podemos cargaron contra el partido radical por las declaraciones de Da Silva. «Ante la perplejidad de todas por los argumentos de la defensa de Vox, se da a entender que la violencia de género es un montaje para castigar al hombre y generar chiringuitos para sacar dinero con subvenciones», indican desde la formación morada. Desde este aspecto, los partidos de izquierda recuerdan que siempre han salido adelante estas Declaraciones Institucionales con el apoyo de todos los grupos y que es la primera vez que una formación opta por una postura «tan vergonzosa».