Trajes regionales de media España iluminaron ayer la Plaça de Xixona. Las festeras de los Moros y Cristianos de los Heladeros lucieron las vestimentas de las zonas donde tienen sus negocios, ofreciendo un colorido único y espectacular. Trajes de Valencia, Murcia, Madrid, Tarragona, Barcelona, Girona, Córdoba, Málaga, Sevilla, Huelva, Almería, Zaragoza... y por supuesto también de Xixona.

Una Ofrenda de Flores sin igual protagonizó la última jornada de los festejos, los segundos que celebra Xixona de Moros y Cristianos cada año, debido a que las personas que trabajan en las heladerías que hay repartidas por toda España no pueden participar en agosto en las fiestas al estar en plena campaña estival. Desde hace más de cuatro décadas se llevan a cabo estas fiestas, convirtiendo a Xixona en la única población de la Comunidad Valenciana que cuenta con dos celebraciones de Moros y Cristianos.

Toma del castillo

El día arrancó con la diana festera y la Embajada del Moro, con la que las huestes musulmanas tomaron el castillo y el control de la villa xixonenca. Y poco antes del mediodía llegó la explosión de color con la tradicional Ofrenda, en la que también algunos hombres visten los trajes regionales masculinos, aunque la luminosidad corre por cuenta de las mujeres, adultas y niñas, que dotan a este acto de una variedad única, sin parangón en España, y que también sirve para rendir homenaje no solo a la Virgen y Xixona, sino también a las poblaciones en la que los festeros residen en verano, y en las que en muchos casos han iniciado una nueva vida y fundado una familia que ha echado allí raices, sin olvidar sus orígenes xixonencs que rememoran en estos festejos. Los Moros y Cristianos se cerraron por la tarde con la reconquista cristiana. y la Procesión por la noche y el posterior castillo de fuegos artificiales.