Los socialistas, con cinco concejales, necesitan a Compromís (2 ediles) o Cs (3) para un ejecutivo estable, ya que la mayoría absoluta está fijada en siete. Y el PSOE tiene dos proyectos de envergadura bloqueados, cuya tramitación se ha desarrollado en el anterior mandato, como son el pabellón cubierto (4 millones) y la rehabilitación de la Casa Rovira (1,3). Para el inicio de las obras únicamente falta que haya una mayoría en el pleno que les dé el visto bueno, pero al mismo tiempo representan un obstáculo para una acuerdo, ya que estas formaciones han criticado estos proyectos, sobre todo por considerar excesivo el coste del pabellón.
Hace cuatro años también arrancó el mandato en minoría y a los dos meses se sumó Més Xixona al ejecutivo. En esta ocasión han pasado ya cuatro meses. ¿Hay opción de llegar a un acuerdo para ampliar el gobierno?
Desde el primer momento hemos mantenido que tenemos que defender los intereses de Xixona. Establecimos conversaciones desde el primer momento con todos, aunque han habido muchas dificultades. Somos conscientes de la situación política surgida de las urnas y no cerramos puertas a pactos. Xixona merece un gobierno estable para cuatro años. En verano Compromís y Cs nos pidieron tiempo y se lo dimos, y ahora hemos vuelto a entablar conversaciones y nos han manifestado la voluntad de llegar a un acuerdo. Pero también es cierto que conforme va pasando el tiempo va siendo más complicado porque no podemos estar hablando la mitad de la legislatura.
¿Pero es posible aún un pacto?
Habiendo voluntad real de defender los intereses de Xixona, hemos de tener tiempo para llevar a un acuerdo. Nos han pedido más tiempo y lo hemos dado. Tenemos mucha carga de trabajo, ya que somos solo cinco ediles, y no tenemos el apoyo suficiente para sacar adelante proyectos. Por eso es importante cerrar un acuerdo cuanto antes. Hay que sacar adelante los proyectos que ya estaban en marcha, como el pabellón cubierto y la rehabilitación de la Casa Rovira para acoger la Biblioteca, y al mismo tiempo estamos dispuestos a asumir proyectos que proponga el grupo con el que lleguemos a un acuerdo. Tenemos que ser capaces de encontrar un punto intermedio y no castigar a Xixona, sino sumar. Podemos llevar a cabo los proyectos que ya estaban en marcha e impulsar otros sin hipotecarnos. Hace tiempo que otros municipios, con independencia de colores políticos, realizan inversiones en infraestructuras deportivas y crecen y mientras nosotros tenemos paralizado el pabellón. Es más, no necesitamos ni el voto favorable, sino una abstención de un grupo para sacar adelante estos proyectos pendientes.
Pero hay una amenaza real de bloqueo.
No entendemos esta situación porque podemos impulsar estos proyectos junto con otros nuevos. Pedimos que den un paso adelante y eviten un bloqueo de la gestión de Xixona durante cuatro años que impida realizar inversiones importantes. Ofrecemos a cambio dar prioridad a nuevos proyecto. Porque no aprobar el pabellón y la Casa Rovira significaría tirar a la basura mucho esfuerzo, tiempo y dinero, muchos trámites que se han hecho y dinero gastado. E incluso nos exponemos a tener que indemnizar a las empresas que se han presentado a los concursos. Por todo ello seguimos negociando con Compromís y Cs, y también para llegar a acuerdos puntuales con Més Xixona (1 edil) y PP (2). Incluso hemos llegado a ofrecer a todos los grupos ostentar delegaciones porque la carga de trabajo que tenemos es muy grande, aunque tengo que destacar que la ilusión sigue siendo la del primer día Y seguimos trabajando en mejorar el Centro de Día, en más inversiones en infraestructuras deportivas, en la mejora del Casco Antiguo y rehabilitación de viviendas...
Para aprobar unas cuentas para 2020 tampoco hay mayoría.
Estamos trabajando en los presupuestos de 2020, pendientes de poder incorporar las propuestas del grupo con el que lleguemos a un acuerdo. Hay tiempo para adaptarlos en caso de pacto pero está en manos de la oposición y lo que nos gustaría es que fuera un presupuesto consensuado.
¿Cómo es posible que en Xixona no se haya formado un gobierno con Compromís cuando es algo que está en la Generalitat y en muchos ayuntamientos?
Para ser honestos, era lo natural, e incluso llegamos a ofrecer también que entrara Més Xixona junto con Compromís, siguiendo el ejemplo del Botànic. Cuantas más manos para impulsar un proyecto común mejor. Fui la primera sorprendida por las manifestaciones de Compromís tras las elecciones (en las que no descartaba un acuerdo con PP y Cs). En València nadie lo entendió, y además dentro de la propia agrupación local hubo gente que no avaló aquella posición. Realmente no tengo explicación para que no hubiera pacto. Pero es de agradecer que hayan cambiado de posición y nos hayamos vuelto a sentar para tratar de llegar a un acuerdo entre fuerzas progresistas.
Con Cs, con su portavoz Javier Gutiérrez ahora como cabeza visible de su formación en la Diputación, ¿Es más difícil llegar a un acuerdo que antes?
Nosotros decidimos mantener conversaciones con todos los grupos, incluso con aquello con los que creemos que no podemos llegar a un acuerdo. Y lo tenemos que hacer poniendo como prioridad Xixona. La política nacional ha llevado a Cs muy a la derecha. Tenemos posiciones más alejadas con Cs que con Compromís, pero nuestra prioridad es Xixona y se puede hablar con todos. Pero lo cierto es que PP, Cs y Compromís han formado un bloque que impide las inversiones en Xixona.
En cambio sí que llegan inversiones privadas importantes, como la planta solar, que con un coste de 40 millones está previsto que las obras arranquen antes de que acabe este mes.
Seguimos gestionando, como desde el primer día, y esto tiene su reflejo por ejemplo en la planta solar, que será la mayor de la Comunidad Valenciana y en cuya compleja tramitación se ha implicado directamente el presidente Ximo Puig, y que también recibió el impulso necesario gracias a la eliminación por parte del Gobierno de Pedro Sánchez del impuesto al sol. Xixona se va a convertir así en un referente verde y de eficiencia energética con el que se van a crear puestos de trabajo, y se trata de un sector con muchas posibilidades de generar más en Xixona.
En cuanto a un tema que preocupa mucho en Xixona, ¿como están las tres concesiones municipales que permanecen cerradas, el hotel Pou de la Neu y los restaurantes del Polideportivo y el Barranquet?
Este ha sido uno de los grandes escollos del pasado mandato por la legislación actual, y que también sufren otros muchos municipios, porque dificulta mucho estos servicios. En el Pou de la Neu la nueva empresa ya está con las obras de adecuación para abrir en breve, y el contrato para el polideportivo lo acabamos de firma esta semana y ahora tiene un plazo el adjudicatario para abrir ya la instalación. En cuanto al restaurante del Barranquet, hasta que no haya al menos tres empresarios interesados no podemos retomar su licitación.
