Tras cinco años sin cuentas, El Campello contará con unos presupuestos ajustados a la realidad actual. El tripartito formado por PP, Ciudadanos y Vox ha confeccionado unas cuentas que ya tiene en sus manos la oposición y que se esperan llevar a pleno antes de que acabe este mes, probablemente en una sesión extraordinaria. Y supone un crecimiento de más de cuatro millones respecto a las aprobadas en 2014, también por el PP, lo que va a permitir al Ayuntamiento actualizar el instrumento más potente de que dispone, que estaba completamente desfasado al no corresponderse con la realidad actual, y que ha maniatado la gestión municipal en los últimos años.
Las cuentas van a rozar los 30 millones de euros, cuando las anteriores eran de 25.240.000 euros. Ello va a permitir ajustar gastos e ingresos a las necesidades actuales, poder planificar inversiones y que el día a día no dependa de tener que realizar periódicamente modificaciones de crédito millonarias para poder llegar a fin de año. Así se van a poder dotar y actualizar partidas que habían quedado obsoletas o no existían, y que hacían que la gestión municipal del día a día fuera muy farragosa y poco ágil al estar continuamente buscando de dónde sacar fondos para prácticamente cualquier cosa.
De cualquier forma, aún no han trascendido los detalles de estas nuevas cuentas, que pasarán por comisión informativa después de las fiestas que arrancan este fin de semana. Todo apunta que saldrá adelante sin problemas, ya que el ejecutivo formado por PP, Cs y Vox dispone de mayoría absoluta.
La oposición, que está formada por PSOE, Compromís, EU, Podemos y Red, dispone desde hace una semana de la relación de ingresos y gastos que prevé el documento. Un hecho por otra parte insólito en el pasado mandato, donde el anterior ejecutivo liderado por Compromís no llegó ni siquiera a poner sobre la mesa una propuesta de cuentas, lastrado al gobernar en minoría pero que tampoco llegó a forzar la máquina para presentar unos presupuestos y obligar al resto de grupos a posicionarse.
Durante la campaña electoral todos los grupos coincidieron en que la prioridad era elaborar unos presupuestos para dejar atrás las cuentas prorrogadas de 2014 y actualizarlos a las necesidades actuales. Y en apenas cuatro meses el nuevo ejecutivo liderado por el alcalde Juanjo Berenguer, que precisamente fue el que sacó adelante las últimas cuentas bajo su anterior mandato (2011-2015), ha logrado lo que el gobierno de izquierdas no fue capaz de hacer en cuatro años, poner encima de la mesa un nuevo proyecto presupuestario.
Previsión
La edil de Hacienda y portavoz popular, Lourdes Llopis, anunció ayer que la intención es que las cuentas pasen por comisión informativa el lunes 21 de octubre y por pleno para su aprobación dos días después, si se cumplen las previsiones del ejecutivo y están a tiempo todos los informes necesarios. La regidora adelantó que las cuentas no incluyen inversiones, ya que está previsto que éstas se acometan con el superávit que arroje el presente ejercicio, y que en los últimos años viene rondando los 6 o 7 millones de euros. De esta forma, disponer de presupuestos actualizados también facilita realizar una planificación de inversiones, aunque sea a través del remanente de tesorería. Además, ya hay otras inversiones cerradas para 2020 que fueron aprobadas recientemente a través de modificación de crédito.
Llopis, preguntada por la incapacidad del anterior ejecutivo para aprobar un presupuesto en cuatro años, señaló que «lo que hay que tener son ganas y sentarse a hablar. Ha sido complicado cerrar las cuentas, pero ha sido en cosa de dos meses, desde finales de agosto que me puse con ello. De esta forma vamos a poder trabajar como Dios manda, y no a base de modificaciones de crédito, que hacía que para cualquier cosa se tuviera que estar rascando el dinero de otras partidas».
Y es que la aprobación de unas cuentas también va a permitir mayor agilidad en la gestión municipal y no tener que recurrir sistemáticamente a modificaciones de crédito millonarias para poder pagar nóminas, llevar el día a día o realizar inversiones.
Treinta y cinco millones en el banco por este retraso
El desfase de las cuentas ha provocado superávits millonarios que el municipio no ha logrado reinvertir pese a carecer de deuda
La entrada en vigor el 1 de enero de unos nuevos presupuestos permitirá que al ajustar las cuentas a los ingresos reales se acabe con los superávits millonarios que lleva años encadenando El Campello, y que solo se han podido emplear a liquidar la deuda con los bancos, que está a cero desde hace tiempo, y a realizar escasas obras financieramente sostenibles, es decir que no obligaran a gastos posteriores de mantenimiento.
Esto ha llevado a que la Corporación actualmente disponga de cerca de 35 millones en los bancos, sobre todo por los ingresos por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) tras la revisión catastral de 2007 que fue prorrateada a 10 años, y que ha duplicado los recibos.
Precisamente de esos superávits salen los más de cinco millones de ha tenido que inyectar en las cuentas en los últimos meses el nuevo gobierno. En apenas tres meses, el ejecutivo ha realizado dos modificaciones de crédito por valor de más de cinco millones de euros. La primera se aprobó un mes después de tomar posesión, a finales de julio, cuando se inyectaron 3,1 millones de euros para poder llegar a fin de año y acometer algunas pequeñas inversiones. Este dinero procedente del superávit de 2018 se está destinando a pagar nóminas, facturas pendientes y para algunas obras. Y el mes pasado se aprobaron otros 2,2 millones para asfaltado de calles y mejora de alumbrado que se acometerán en 2020.
