La vida útil de los cinco vertederos de residuos municipales de la provincia de Alicante a finales de 2018 era de 3,5 años de media. El vertido de residuos superó el 70% de la cantidad de residuos que entraron a las cinco plantas de tratamiento mecánico-biológico que hay en la provincia, muy por encima del límite del 45% que establece el Plan Integral de Residuos (PIRCV). Más de 1.500 toneladas se entierran cada día en la provincia entre los complejo de Alicante, Xixona, El Campello, Villena y Elche.

Según explican desde Ecologistas en Acción en un comunicado, la recuperación de materiales y subproductos solo llega al 2,7% de la basura que entra, muy inferior al 9% que determina la normativa. Por ello, los conservacionistas afirman que la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica debería abrir un expediente sancionador a las corporaciones que gestionan esas plantas y vertederos.

Ecologistes en Acció del País Valencià ha recopilado y analizado las datos de las Memorias de Gestores de Residuos que las empresas que gestionan las plantas de tratamiento mecánico-biológico (TMB) están obligadas a presentar a la autoridad competente en residuos en el primer trimestre del año vencido. Esta información ha sido conseguida por la organización ecologista después de haber tenido que presentar una queja al Síndic de Greuges por el retraso en facilitarla por parte de la Conselleria.

Según esos datos la vida útil de los cinco vertederos asociados en esas plantas tendrían una vida útil de solo 3,5 años de media, con datos de llenado y volumen libre existente a finales de 2018. "El colapso y saturación próxima de esos vertederos es una realidad que se conoce desde hace tiempo pero, como en el caso del transatlántico Titanic, las grandes inercias y los intereses existentes impiden un cambio de rumbo adecuado. El vertedero de Villena ya se saturó, porque se llenaron por completo sus celdas, y la misma dinámica espera al resto de vertederos de Alicante. Actualmente el vertido de los rechazos de Villena se hace en dos vertederos privados de residuos industriales de Novelda y Villena".

En 2018 se vertieron 560.000 toneladas de residuos municipales después de pasar por las plantas, de un total entrante de unas 800.000 toneladas, lo que representa un vertido del 70,4%, que supera en 25 puntos el vertido máximo autorizado por el Plan Integral de Residuos (PIRCV), que es del 45%.

En 2018 solo se recuperaron 21.500 toneladas de subproductos (plásticos, metales, papel-cartón, etc), sin contar con las 11.354 toneladas de compost producido, lo que supone el 2,70% del total de residuos municipales que entraron en las plantas TMB. El PIRCV marca como objetivo la recuperación mínima del 9% de subproductos, descontando el compost.

Estos datos "demuestran la nefasta gestión de los residuos municipales que se hace en el País Valencià y en especial en las comarcas alicantinas. La Conselleria competente debería abrir un expediente sancionador a las corporaciones responsables de la gestión de esas plantas TMB y vertederos (FCC, Cespa-Ferrovial, Urbaser-Dragados, Hormigones Martínez, Ortiz e Hijos, etc) e incluso a la empresa pública Vaersa".

Los conservacionistas consideran que "los cambios en el modelo de gestión y recogida de los residuos municipales son urgentes no solo para cumplir la normativa autonómica. El incumplimiento más que probable de la legislación europea, que nos exige reutilizar y reciclar el 50% de los residuos generados en 2020, conllevará sin duda sanciones en los ayuntamientos y consorcios de residuos, que acabaremos pagando la gente de a pie. La alternativa es continuar llenando los escasos vertederos que quedarán o abrir otros nuevos, con los gravísimos impactos asociados (generación de gases de efecto invernadero, malos olores, riesgo de cáncer en las poblaciones próximas, lixiviados, riesgo de contaminación de acuíferos, incendios, etc)".