Los Moros y Cristianos de Mutxamel vivieron ayer su gran día. Pese a la lluvia intermitente, las Comparsas llenaron la Avenida Carlos Soler con la presencia de ambos bandos. De manera puntual, las huestes del bando de la cruz comenzaron a cruzar la localidad ante la mirada de miles de vecinos, junto a cientos de autoridades de toda la comarca, que acudieron al municipio para presenciar el Gran Desfile. Los Cargos 2019, Piratas y Zegríes, dejaron una increíble participación donde las carrozas y la música terminaron de cerrar una noche única. Pero antes, las últimas luces de la tarde cubrieron la llegada de los Contrabandistas, quienes abrieron la Entrada con la vistosidad de sus indumentarias y la alegría visible de los pasodobles. Mientras que el toque de color lo pusieron los Zíngaros, en su 50 aniversario.

Los Mozárabes fueron los siguientes, cuya escuadra de niños y niñas daba muestras del futuro de la Fiesta que llama a la puerta de las Comparsas. Con trajes de guerra muy ilustrativos, en su segundo año de vida, demostraron que siguen trabajando para hacerse con un hueco indefinido en los festejos locales.

La Entrada prosiguió con la nutrida puesta en escena de los Templarios. Los presentes pudieron observar, por varios momentos, como un conglomerado de Caballeros y Damas desfilaban por Mutxamel, en un ambiente bélico y medieval único acompañado de la música de Francisco Valor Llorens. Entonces fue el turno para los Maseros. La Comparsa agraria devolvió a Mutxamel a sus orígenes, entre aromas de campo y huerta, al ritmo de 'Taball y Saragüels', interpretada por la C.A.C Verge de la Pau d´Agost. Y por último, para cerrar el bando cristianos, llegaron los Piratas. En su búsqueda por la fuente de la juventud, los Cargos del bando de la cruz se convirtieron en los reyes de las calaveras y tesoros perdidos. El boato y la representativa carroza de los capitanes levantó la primera gran ovación de la noche, que no sería la única del evento. Sin apenas tiempo para pestañear, fue el turno de las tropas mahometanas. El bando moro llegaba abrió su participación de la mejor manera posible: con los Moros Zegríes. Figurando la expansión del Islam por la península, hubo espacio para plasmar los colores del Bronce, Oro y Plata. En tres sensacionales carrozar llegaron los máximos representantes del bando de la media luna. El resto del desfile estuvo reservado para las Comparsas Xodios, Abencerrajes, Moros del Cordó y Pacos. Era el turno de la elegancia y majestuosidad de los portes moriscos y del buen gusto del paso moros que llevaban las distinas filàes. La Comparsa Pacos cerraron otra tarde para la historia festera.

El primer envío de pólvora llega con algo de retraso pero con explosivo de calidad

Los festeros de la localidad reciben los primeros 300 kilos de detonante para la celebración de los Alardos

Primer reparto de pólvora superado, y sin incidencias reseñables. Mutxamel recibió el primer cargamento del explosivo durante la mañana de ayer para las celebraciones de las Embajadas y Alardos, previstos para hoy y mañana. Aunque con cierto retraso debido a un problema administrativo, el envío llegó «en buenas condiciones» y la calidad del mismo era «aparentemente buena», al contrario de que lo sucedió en el municipio de Xixona a finales del pasado mes de agosto.

En esta ocasión, los festeros de la localidad se hicieron con los primeros 300 kilos, mientras que para el jueves 12 está programado otro reparto para disparar en los actos festeros. La pólvora llegó embotellada en recipientes de 1kg y los propios usuarios manifestaron que se trataba de la de «toda la vida», resaltando además que venía precintada «como solía ser habitual».

La llegada de la pólvora en buenas condiciones supuso un alivio para la propia Comisión de Fiestas, así como para todos los arcabuceros después de lo acontecido en las celebraciones de la localidad de Xixona. Entonces, el explosivo llegó sin precintar en cajas y repartido en botellas y bolsas de 5 kg. Lo que provocó un importante enfado de los mismo festeros, quienes se vieron obligados a incrementar las medidas de seguridad en los actos de arcabucería.

Ahora, la principal preocupación de los Moros y Cristianos está en la posibilidad de que ambos actos se suspendan a causa de la lluvia. La Comisión de Fiestas no tiene un Plan B, porque a los festeros «les gusta disparar, y todo lo que no sea poder llevar a cabo los trabucazos en las guerrillas no será lo mismo». El resto de eventos están pendientes también de las condiciones meteorológicas, aunque fuentes municipales aseguraron ayer que salvo tromba de agua, no se suspenderán.