El curso 2019/2020 empieza con una buena noticia para el Instituto de Educación Secundaria María Blasco de San Vicente del Raspeig. Cuatro años después de reclamar una solución a la falta de espacio debido al crecimiento imparable de alumnado, el centro verá cumplida aquella necesidad. Se construyen dos nuevas aulas aprovechando una terraza del instituto que no ha dejado de sumar alumnado cada año desde que se inauguró en 2008. Hoy prácticamente tiene el doble de estudiantes. El instituto cada año acoge a un mayor número de alumnos con lo que está ampliación nace ya con la necesidad de no parar la construcción para seguir creciendo.
En este caso, las dos aulas se construyen en una terraza de la planta superior del centro. Las obras, que sufraga la Conselleria de Educación, salieron por un precio de licitación de 133.740 euros y fueron adjudicadas a la empresa Esclapés e Hijos que las realiza por algo más de 103.800 euros y un periodo de ejecución de cuatro meses.
Los trabajos comenzaron a finales de julio y se prolongarán previsiblemente hasta noviembre si no aparece ningún imprevisto. Hasta entonces el instituto cuenta con una planificación de espacios que se modificará cuando se estrenen los nuevos habitáculos.
El director del María Blasco, Domingo Castillo, explica que desde el principio de curso y hasta el mes de noviembre, alumnos y profesores tendrán que convivir con las obras. Confía en que por la zona en la que se encuentran no supongan un grave trastorno para el día a día del centro, sobre todo por el ruido que generan estos trabajos constructivos. «Es una parte del instituto que no molesta mucho, se pondrán unas vallas para no interferir», explica, mientras reconoce que a la comunidad educativa le habría gustado poder iniciar el curso con las aulas a pleno rendimiento.
Mientras se desarrolla la ampliación los alumnos tendrán que seguir utilizando el laboratorio y la sala de usos múltiples para dar clase como vienen haciendo en los últimos años. Espacios que han dejado de servir estrictamente para lo que fueron concebidos para poder paliar el problema de la saturación de estudiantes que vive el instituto.
El centro arranca las clases con dos nuevos grupos porque, como reconoce el director del María Blasco, «año tras año vamos aumentando el número de alumnos». Este año llegarán a los 1.100 estudiantes «y estas dos aulas nos van a venir muy bien», aunque reconoce que «así y todo se queda pequeña la ampliación antes de terminarla». El María Blasco reclamó la ampliación cuando comenzó a tener un aumento de alumnos. En 2008 había 600 y cada año han ido subiendo hasta los más de un millar actuales.
La reivindicación viene de lejos y en los últimos cuatro años la anterior concejala de Educación ha estado trabajando para que esta ampliación fuera una realidad. En los dos últimos años se dieron distintas fechas de comienzo que no se han cumplido y se achacaron a problemas burocráticos.
Finalmente en febrero el Ayuntamiento dio licencia a la Conselleria para realizar las obras.
San Vicente del Raspeig es un municipio que sigue una tendencia inversa a la mayoría de ciudades puesto que aumenta año tras año el número de estudiantes. Es por eso que el anterior equipo de gobierno decidió finalmente dar luz verde a la futura construcción de un nuevo instituto, que se proyecta en la nueva zona de expansión en Montoyos. El Ayuntamiento ya ha previsto tres anualidades y el grueso de la inversión será en el 2021.
