Tres veces este verano ha sido desalojada la piscina municipal de San Vicente del Raspeig por presencia de heces en el agua. La última ha sido este miércoles 7 de agosto, generando una oleada de indignación entre los usuarios que claman contra las conductas incívicas que están dejando sin poder refrescarse a las familias que habitualmente acuden.

La primera vez que se tuvo que desalojar la piscina municipal fue el 25 de julio. El domingo 4 de agosto volvió a ocurrir. Y ahora el pasado miércoles.

El concejal de Deportes, José Luis Lorenzo, teme que se trata de un reto viral que consiste en defecar en las piscinas públicas, de hecho, el jueves ocurrió lo mismo en Alcoy.

El edil explica que las piscinas cuentan desde esta semana con un socorrista adicional cuyo cometido es estar pendiente de los jóvenes que se bañan y llamar a la Policía Local en el momento de que detecte que alguien ha defecado en el agua de la piscina.

El Ayuntamiento también ha hecho cambios con los vigilantes de seguridad privada que el área de Deportes tiene contratdos en la puerta de acceso de la piscina. «Hemos cambiado la ubicación y los vigilantes estarán junto al vaso de la piscina para intentar pillar al infractor», explica el concejal.

El edil explica que hay un protocolo establecido que desarrolla la empresa Lokímica para la desinfección del agua. Los cierres de la piscina han sido de entre cuatro y cinco horas hasta de 24 horas, hasta que el agua ha recuperado los niveles óptimos para el baño.