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El Campello

Una firma holandesa reanuda 11 años después la construcción de los apartamentos de Cala Lanuza

La empresa retoma las polémicas obras en primera línea de playa para abrir las 127 viviendas turísticas en 2020

Más de una década después de paralizarse la construcción de los polémicos apartamentos turísticos de Cala Lanuza, las obras vuelven a esta promoción tras su adquisición por parte de una empresa holandesa. El pasado lunes se reanudaron las obras, con el objetivo de que las viviendas turísticas estén terminadas en 2020, quince años después de su inicio, que estuvo envuelto de una fuerte polémica por un exceso de altura en su construcción que finalmente fue legalizado y por afectar a una zona virgen en primera línea de playa.

Esta actuación va a permitir además desbloquear el acondicionamiento del acceso al arenal, tras años de quejas de vecinos y usuarios de esta playa, la tercera más visitada de El Campello. Y es que las viviendas que quedaron prácticamente terminadas cuando quebró la promotora Enypesa, y lo que queda por hacer es la urbanización de las zonas comunes y el entorno. Y el acceso a la cala está dentro del proyecto, ya que el camino divide en dos la promoción.

El alcalde y edil de Territorio, Juanjo Berenguer (PP), explicó que no tenía constancia de que hubieran arrancado las obras, aunque celebró la reactivación y destacó que cuanto antes terminen, antes estará acondicionado el acceso a este arena, cuyo mal estado ha sido denunciado por los usuarios desde que se inició su construcción en 2005. Los trabajos que han dado comienzo esta semana se han centrado en el desbroce de las zonas comunes, abandonadas desde hace una década y que se habían llenado de matorrales y suciedad.

El pasado mes de enero se hizo público que Dormio Group, una empresa holandesa especializada en el desarrollo y gestión de complejos turísticos, había adquirido en subasta pública esta promoción paralizada en la zona norte de El Campello, por una cantidad que no ha trascendido. Este grupo inversor dio a conocer su proyecto «Dormio Resort Costa Blanca Beach & Spa» días después en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur), con el objetivo de ofrecer ya el próximo año apartamentos turísticos vacacionales como destino para todo el año.

La empresa espera conseguir 96.000 pernoctaciones al año, cifra que supondría una facturación anual estimada de 2,4 millones de euros. Este resort ofertará unas 664 camas diarias, lo que generará la creación de 34 puestos de trabajo directos, al margen de los indirectos, según los datos aportados por la empresa al Ayuntamiento de El Campello. Y la mercantil holandesa ha manifestado su intención de que en las contrataciones se priorice el empleo local.

Desde la Gestora de Asociaciones de Vecinos celebraron el inicio de las obras para que se pueda contar por fin con un acceso a la playa en condiciones, aunque alertaron de que las obras en pleno verano van a causar también más molestias y se va a deteriorar aún más el acceso hasta que se acondicione. De cualquier forma la anterior Corporación ya anunció que se tomarían medidas para minimizar estas molestias.

Este grupo holandés ha adquirido el polémico inmueble dentro del concurso de acreedores en el que estaba inmersa la promotora desde su quiebra hace más de una década. Las obras de este complejo en una de las últimas zonas vírgenes de la costa campellera arrancaron en 2005 y desde su paralización en 2008 fueron varias las firmas nacionales y fondos de inversión extranjeros que se interesaron por su situación, aunque sin llegar a cristalizar hasta este año, quedando la promoción en un limbo y generando molestias a los usuarios del arenal.

Exceso de altura legalizado

Esta promoción estuvo ya en sus inicios envuelta en polémica, ya que ecologistas, vecinos y EU denunciaron que la promoción excedía las alturas permitidas. Finalmente el Ayuntamiento reconoció que existía un exceso pero legalizable, ya que era de unos tres metros y no de cuatro alturas como se denunciaba, por lo que se regularizó a posteriori.

La paralización de las obras también llevó a que la Gestora de Asociaciones de Vecinos reclamara de forma reiterada al Consistorio que se incautara del aval de 500.000 euros de la obra para acometer de forma subsidiaria el acondicionamiento del acceso, aunque el Ayuntamiento respondió que no posible intervenir la fianza al estar en un concurso de acreedores.

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