Busot regresa por una noche al siglo XIX. La localidad apagó las luces de sus calles el sábado para vivir una noche mágica, alumbrada por unas 12.000 velas y amenizada por una quincena de conciertos, en la II Nit dels Ciris i Música. El alumbrado del casco urbano, al igual que el pasado año, dejó de funcionar para pasar a estar iluminadas las calles por los cirios, creando un sugerente escenario que contó con actuaciones, talleres, artesanía, exposiciones y otras actividades, además de poder disfrutar de la gastronomía local.
Una velada única y repleta de encanto, «una noche ideal para el romanticismo o para divertirse en familia que ha vuelto a ser todo un éxito y que ha cumplido nuestras mejores expectativas», según explicó el edil de Turismo, el popular Vicente Iborra. Por su parte el alcalde Alejandro Morant destacó que «Busot ha consolidado una cita única en nuestra provincia y que sin duda se ha convertido en uno de los grandes eventos de Alicante», cifrando la asistencia en unos 10.000 visitantes y llegando a cortar en un momento dado la Guardia Civil el acceso a la población por la gran acumulación de vehículos que querían entrar.
El único alumbrado proporcionado por 12.000 velas permitió pasear por el centro de Busot, por sus lugares más emblemáticos, bajo la única luz de los cirios. Aunque el viento, sobre todo a primera hora de la noche, jugó una mala pasada y dificultó el encendido de las velas, tras amainar un poco se pudieron mantener encendidas cerca de la mitad. Esto no empañó una mágica noche que se convirtió en un disfrute para los sentidos, ya que todo el recorrido estuvo amenizado con una quincena de actuaciones musicales al aire libre, que se celebraron algunas de forma simultánea en rincones representativos del pueblo, con intervenciones de dolçaina i tabalet, saxo, guitarra, cuarteto de cuerda, flamenco...
Además, los asistentes pudieron deleitarse con los platos más típicos de la rica gastronomía busotera en los distintos restaurantes, además de un refuerzo adicional por parte de asociaciones y food trucks.
Y también hubo un hueco para los más pequeños en la extensa programación busotera, ya que hubo actividades, hinchables y talleres para los niños, poniendo la Unión Musical de Busot con un concierto el broche final a una noche inolvidable a la luz de las velas.
