Esquerra Unida aprueba entrar en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig. Pero no a cualquier precio , por eso han puesto condiciones inexcusables, de modo que la formación ha vuelto a dejar la pelota de la decisión final en el tejado de los socialistas.
En torno a cuarenta personas participaron ayer en la asamblea que la formación convocaba para decidir si formaba un gobierno bipartito junto al PSOE. Durante tres horas, estudiaron las propuestas socialistas y añadieron las suyas propias, muchas ya planteadas en las reuniones con los socialistas. Pero en este caso ya no están dispuestos a contraofertas y cambios. Es la última palabra para que los dos concejales de la formación, Alberto Beviá y Raquel Rodríguez, formen parte del equipo de gobierno municipal.
La asamblea de EU votó y únicamente seis personas mostraron su negativa a seguir en el gobierno en coalición como han hecho en los últimos cuatro años. Y ello a pesar de que las elecciones locales han castigado duramente a la formación, reduciendo de cuatro a dos los ediles con los que cuentan. Y uno de los motivos que esgrimen es el efecto de la alcaldía que ostentaba el PSOE, que a su juicio, ha monopolizado el trabajo del equipo de gobierno tripartito como si fuera una formación única. Y uno de los logros de los que presume EU ha sido dejar el Ayuntamiento con una deuda cero.
La formación enviaba después de su asamblea el resultado de la misma a los socialistas con el documento en el que hacen las propuestas con las que están dispuestos a entrar en el gobierno municipal. Entre ellas las áreas que quieren asumir que son tres: Cultura y Memoria Democrática; Empleo, Desarrollo Local, Comercio e Industria; y Medio Ambiente-Parques y Jardines. A nivel supramunicipal, EU pide formar parte de organismos como la Mancomunidad de l'Alacantí y que de los 2 representantes sanvicenteros uno sea para el PSOE y otro para EU.
Otro de los puntos que exigen que se cumpla tiene que ver con el trabajo desarrollado en el área de Urbanismo que han ostentado hasta ahora, y es continuar con el Plan Estructural sin realizar modificaciones, con la tramitación del Plan remitido a Valencia en el anterior mandato.
A nivel programático, EU solicita aspectos que son de especial relevancia para la formación y en los que ha luchado en los últimos cuatro años entre ellos «gestionar con recursos propios. Evitar el endeudamiento con las entidades financieras. Durante los 4 próximos años no solicitar préstamos, salvo que nos veamos obligados en casos de fuerza mayor», solicitan; también que haya una gestión directa del Velódromo.
«No» a la deuda
Y en esa línea, consideran que para entrar en el gobierno el PSOE deberá aceptar el estudio para«remunicipalizar los servicios públicos para recuperar el control municipal y aminorar gastos». Y proponen ver la fecha de finalización de los contratos de servicios municipales externalizados para su remunicipalización, previo estudio de viabilidad.
A juicio de EU, «es muy importante la voluntad política para llevar adelante con éxito esta actuación» y advierten que se deben de concretar los casos posibles en el documento final del acuerdo. También consideran que debe haber un control en los servicios extraordinarios y que se deben hacer las horas extra «estrictamente necesarias».
Una vez modificado el documento con los añadidos, EU se lo envió al PSOE que tiene ahora que decidir su postura. El alcalde y secretario general local de los socialistas, Jesús Villar, respondía muy gráficamente nada más preguntarle por dicho documento que «no sé si he salido de mi asombro». El primer edil dice que ya se ha convocado por un lado una reunión con el grupo municipal el lunes por la mañana y una reunión de la ejecutiva. Villar ve pocas variaciones en la propuesta inicial que hicieron y lamenta que el documento «no es una negociación es una imposición».
El secretario general de los socialistas reconoce que «nos gustarían que estuvieran en el gobierno, pero en una negociación alguien tiene que ceder y ellos han planteado una situación ideal para ellos» y admite que «la negociación hoy está más difícil que ayer», aunque será finalmente el partido el que tome la decisión. Lo que es una realidad es que sigue demorándose la posibilidad de otorgar las áreas de gobierno mientras no haya una decisión final de coalición o de gobierno en solitario.
