En la agrupación local de Vox en El Campello existe «un descontento generalizado» entre sus afiliados por la «nefasta» y «despótica» gestión que llevan a cabo el coordinador de la localidad, David Puerto, y su pareja sentimental, que ostenta el cargo de concejala en el Ayuntamiento, María José Sañudo. Así de contundente se ha mostrado buena parte de la militancia, que se ha puesto en contacto con este diario para denunciar que viven en una «dictadura» por parte de ambos, cuyo trabajo y gestión interna ha desembocado en un «abandono» de las bases y cuyo proyecto les lleva «a la deriva».
Los afiliados exponen que nunca se han convocado reuniones con ellos, ni de carácter informativo ni político, cuando los únicos asistentes han sido el coordinador y la propia concejal. «Luego no reportaban», afirman, quienes también señalan que los afiliados han sido solo utilizados para trabajar en las mesas informativas y buzonear la propaganda electoral. La militancia asegura que solo han llamado a sus integrantes para «pedir el dinero de las cuotas».
A raíz de la noticia que publicó INFORMACIÓN sobre el sueldo que percibirá la edil por pertenecer a la junta de gobierno,así como la asignación de un asesor, la agrupación mostró su rechazo, lo que terminó con la eliminación de los chats de difusión por parte del coordinador local, David Puerto, tal y como aseguran las mismas fuentes.
Todo ello ha terminado por colmar la paciencia de los militantes, quienes aseguran que denunciarán la situación a la dirección nacional. Pero el escenario para los dos dirigentes ultras se ha complicado, además, con la elección de un asesor para el grupo municipal, debido a que la intención de la edil María José Sañudo era la de nombrar al número dos de la formación ultraderechista en El Campello, Alfonso García de Gamarra, y familiar también del coordinador local de Vox.
Finalmente, Sañudo podría optar por una persona de confianza, muy próxima a la dirigente provincial y autonómica, Ana Vega.
La edil, la cual niega «rotundamente» que el puesto de asesor lo fuera a ocupar el familiar de su pareja, en declaraciones a este periódico, ha señalado que «en todos los partidos existen discrepancias, pero en el caso de Vox El Campello, se trata de una familia donde no existen estos problemas».
La concejal ultra ha indicado también al respecto del asesor, que «iremos incorporando al equipo de trabajo personal cualificado para ejercer un control efectivo de la junta de gobierno, con el único fin de ser efectivos y eficaces durante los cuatro años de trabajo que nos quedan por delante. Sañudo, además, advierte que sería «ilegal» si destina el puesto de personal de confianza a un familiar y asegura que «será el partido quien decida sobre los profesionales que entren a ayudar a la formación».
Asimismo, sobre las quejas de la militancia a la dirección Nacional, Sañudo resta importancia al traslado de la situación a los altos órganos y valora que ella es la única concejal y no sabía de la existencia de esa división interna como una parte de la agrupación expone. «No sé quién se puede quejar a Madrid por algo que ocurra aquí; el partido soy yo y la única concejal que hay en El Campello soy yo», y añade que Vox en la localidad «es como una familia».
Sobre las eliminaciones de los canales de comunicación internos, como son los chats de difusión (grupos de WhatsApp), la edil desmiente todo al respecto y afirma que «ahora se reúnen menos porque ya ha pasado todo el período electoral».
La edil de Vox cobrará por una dedicación parcial 37.500 euros anuales, 5.000 más que los portavoces de la oposición, un aumento que justifica el equipo de gobierno por el papel que jugará Vox en varios gobiernos locales, que será la acción de «fiscalizar», precisamente, al equipo al cual pertenecen, ya que la concejal no gestionará competencias durante el mandato.
