Sebastián Cañadas se convirtió ayer en alcalde de Mutxamel por tercer mandato consecutivo. El candidato popular obtuvo la vara de mando gracias a los votos favorables de Ciudadanos y de Vox, que, sumados a los del PP, hacían los 11 necesarios para una mayoría. De esta forma, la localidad tendrá un gobierno tripartito, donde PP y Cs se repartirán las competencias municipales.
Mientras, el candidato de Vox tendrá un puesto en junta de gobierno, con voz y voto, pero sin competencias.
Así se confirmó el escenario político ayer por la mañana en Mutxamel, cuando los candidatos de la formación de ultraderecha y del partido naranja retiraron sus candidaturas para ser elegidos alcaldes.
El Partido Popular no gobernará en solitario como ya hizo en 2015 con 8 concejales. Sebastián Cañadas se convirtió en alcalde por mayoría tras conseguir los once apoyos del bloque conservador que responde a los 7 de su partido, 3 de Ciudadanos y 1 de Vox.
El PP no estaba obligado a cerrar un acuerdo con el resto de formaciones puesto que fue el partido más votado y el bloque de la izquierda no sumaba salvo que Ciudadanos apoyase un gobierno dirigido por el Partido Socialista.
Pero un gobierno en solitario gestionado por 7 ediles podría haber supuesto un problema para la gobernabilidad del municipio, un riesgo que los populares no han querido asumir para los próximos 4 años. El escenario político que se confirmó durante la mañana de ayer deja fuera a los partidos progresistas, que conformarán la oposición municipal. El PSOE tiene 7, Compromís 2 y Podemos 1 concejal.