Pese a que a la derecha le dan los números, una semana después de las elecciones municipales, el gobierno local de Mutxamel aún no tiene un color definido. Los populares fueron la lista más votada solo por 131 votos por encima del PSOE. Es por lo que el alcalde en funciones, Sebastián Cañadas, se muestra tranquilo tras haber finalizado la ronda de contactos con los grupos. El PP puede gobernar en solitario, algo que se antoja «complicado» para el resto de formaciones debido a que la carga administrativa recaería sobre 7 concejales (uno menos que el pasado mandato).
Es por lo que Cañadas tiende la mano a Ciudadanos, que no vería con malos ojos entrar en un gobierno en minoría, según el propio alcalde en funciones.
«No hay nada decidido aún pero existe una posibilidad seria de que Ciudadanos forme parte del equipo de gobierno», sostiene Cañadas, sin matizar el papel que podría jugar la formación naranja en el Ayuntamiento. Al respecto, el candidato Antonio Sola, que consiguió casi 1.500 votos y mantener los 3 ediles del anterior mandato para Ciudadanos, se deja querer y aún no confirma si dará su apoyo al Partido Popular.
Eso sí, Sola descarta compartir el ejecutivo local con el partido ultra de Vox y mantiene que resulta «más eficiente» para un gobierno municipal que la gestión recaiga sobre 10 concejales, lo que otorgaría «solidez» a un equipo capaz de sacar adelante los proyectos sin tanta «diversidad».
El hecho de que la formación naranja ya haya dada el «no» definitivo al partido ultraderechista, descarta casi por completo la opción de un tripartito de corte conservador, y por tanto, un escenario de mayoría absoluta para Sebastián Cañadas.
Mientras, el PSOE, pese a quedarse a cien votos de la victoria, tiene casi imposible forma gobierno. Aunque los socialistas se ofrezcan como «la única opción real para el cambio en el municipio y contra la parálisis en la gestión», la única manera de que la socialista Loreto Martínez sea alcaldesa, pasa por recibir el apoyo de Ciudadanos y Compromís o Podemos, para sumar los 11. Algo que parece más complicado y más después del guiño de Cañadas hacía la formación naranja. «El PSOE también puede gobernar en minoría y pondríamos siempre encima de la mesa diálogo para tratar los asuntos importantes para el municipio», declara Martínez.
Es por ello que el PSOE también apura los contactos con el resto de formaciones, pero parece poco probable que Ciudadanos de la alcaldía a los socialistas y, más aún, después de las posturas adoptadas por sus líderes a nivel autonómico y nacional durante esta semana pasada.
Todo parece indicar, pues, que la corporación municipal tendrá muchos colores, pero el gobierno solo dos, puesto que las matemáticas, aunque por poco, harán alcalde a Sebastián Cañadas, quien buscará el apoyo de Ciudadanos para gobernar Mutxamel y seguir en el poder después de ocho años y dos mandatos al frente.
