El nuevo pabellón deportivo para San Vicente del Raspeig por el que se ha estado trabajando a lo largo del mandato que acaba consumirá la mayor parte del próximo hasta ver la luz. El proyecto más importante del Ayuntamiento cuenta con un elevado presupuesto, 7,1 millones de euros, y el convencimiento de todos los grupos de que San Vicente necesita infraestructuras deportivas, muy demandadas actualmente. El futuro pabellón que ocupará los terrenos que hay junto a la Facultad de Educación finalizará en 2022, esos son al menos los plazos que se plantea el Ayuntamiento de San Vicente.
En el pasado pleno se aprobaba el proyecto de construcción del nuevo Pabellón de Deportes y ayer la Comisión Informativa de Hacienda dictaminaba a favor de la propuesta que desde el área que dirige Alberto Beviá se ha hecho de los porcentajes que anualmente debe de aportar el Ayuntamiento para financiar estas obras. Unos trabajos que desde el Ayuntamiento advierte, tiene unos plazos de ejecución estimados de entre los 18 y los 20 meses.
Desde el Ayuntamiento se advierte que ya se dio el paso esencial que fue satisfacer el objetivo ciudadano de que San Vicente disponga de un gran pabellón deportivo acorde a sus necesidades actuales, al aprobar, en el pasado pleno municipal, el proyecto de construcción. Ahora, tras el dictamen favorable de la Comisión Informativa de Hacienda el pleno que se celebra el próximo miércoles, 29 de mayo, puede dar el visto nuevo al reparto de la inversión por anualidades: para este año se han destinado 270.435 euros; son otros 2,4 millones en 2020; 4 millones en 2021; y 338.792 en 2022. También se ha dictaminado a favor del reparto del gasto de la dirección facultativa de las obras que asciende a 366.000 euros en total.
Hito arquitectónico
«Desde el Gobierno municipal se entiende que el nuevo Pabellón, considerado un hito desde el punto de vista arquitectónico y funcional, salda un compromiso con la ciudadanía y una deuda con los clubes deportivos, que ahora tienen que emplear una nave reconstruida de más de 30 años de antigüedad», apuntan. Advierten de que el proyecto ha respetado las necesidades que han trasladado los clubes de San Vicente y, tal y como se ha concebido, «puede decirse que se trata de una auténtica ciudad deportiva dentro de un pabellón, ya que en él tienen cabida todas la modalidades, también los deportes minoritarios», advierten desde el Ayuntamiento. Y añaden que «el edificio tiene un enfoque práctico, funcional y realista con las necesidades de San Vicente».
Desde el consistorio reconocen que «el camino para aprobar el proyecto no ha sido fácil, ni corto». Explican que se modificó el planteamiento general recogido en el estudio previo inicial, con una nueva configuración que ofrecía la posibilidad de una mayor optimización de los espacios. «Con las mejoras introducidas en el proyecto se ha logrado un edificio mucho más compacto, eficaz y sostenible en cuanto a su uso y mantenimiento», destacan.
Múltiples competiciones
La modificación en la concepción general de la instalación conlleva la posibilidad de disponer de un graderío vinculado a cada una de las modalidades deportivas que se practiquen, de manera que será posible la celebración de exhibiciones o pequeñas competiciones de todas ellas con la afluencia de un número determinado de espectadores. Esta posibilidad hace que se incremente sustancialmente el número de espectadores sentados respecto a lo previsto inicialmente en el estudio previo, ascendiendo el aforo total máximo de público sentado hasta aproximadamente 1.858 espectadores, son 1.409 personas ubicadas en la zona polideportiva 1 y otros 449 espectadores en la zona polideportiva 2.
Además, contará con espacio para 11 plazas para personas con movilidad reducida.
Otra de las modificaciones que el presente proyecto introduce respecto al estudio previo inicialmente consiste en la agrupación de todos los vestuarios de modo que ofrezcan la mayor versatilidad de uso según las necesidades específicas en cada momento.
San Vicente cuenta actualmente con un pabellón deportivo que acumula tres décadas de vida. Se trata de una nave industrial que se reconvirtió en espacio deportivo. La nueva infraestructura pretende ser, por contra, un edificio emblemático.
Para ello, el Ayuntamiento en las bases para realizar el proyecto del pabellón, pedía que la empresa que lo hiciera tuviera una reconocida trayectoria en la proyección de este tipo de instalaciones.
El proyecto se encargó, a través de la selección por concurso, a una empresa gallega que entre sus trabajos destacó por sus instalaciones deportivas realizadas en distintos puntos de la geografía española.
