Gobernaba la Villa de Sant Joan Juan Sevila «el sabio», del Partido Republicano Radical, cuando se declaró el estado de guerra en febrero de 1936. «La situación de crispación política entre los grupos de la izquierda y la derecha provocó que las fuerzas del orden locales intervinieran para garantizar la paz». Con dicha referencia histórica comienza esta exposición. Su principal promotor, Gaspar Belmonte, archivero municipal desde hace seis años, presenta una exhibición histórica de 1936 a 1939, basada en fotografías y testimonios de personas cuya niñez trascurrió en aquel entonces.
Usted fue el impulsor de este evento, ¿bajo qué intención preparó la exposición?
Quería mostrar la cantidad de documentos que guarda el archivo sobre la guerra civil y sumarlos a la bibliografía y los testimonios. Es una manera de animar a la investigación y rendir un tributo a aquellas personas que tuvieron que vivir la guerra y la posterior represión. Figuran como principales voces de la muestra Isidro Buades, quien fuera cronista oficial de Sant Joan, y Juan Gosálbez, ex alcalde. Ambos plasmaron sus recuerdos de la niñez en estos documentos que hoy nos ayudan a observar de primera mano qué ocurrió en aquel entonces.
¿Cómo se ha gestado este evento?
Fue una idea que trasladé a la concejala de Cultura, Clara Rodríguez, hace varios años y después de mucho trabajo, ahora es una realidad. La exposición ha sido participativa en su origen, intentando sumar voces, y será participativa en su desarrollo ya que invitamos a quien tenga recuerdos, fotografías y testimonios de aquellos años a ir sumándolos al proyecto que se expone.
¿Cómo está planteada y en qué consiste esta exposición?
La exposición plantea, a través de paneles y vitrinas, un recorrido cronológico que exhibe de manera conjunta los documentos locales con los acontecimientos sucedidos a nivel nacional y provincial. Es un modo de conocer el papel que jugó nuestro municipio en los años de la guerra. Eso sí, la exposición no es para nada tendenciosa hacia un bando u otro, ya que nuestro posicionamiento siempre es por la libertad y la democracia.
Dentro de todas las efemérides que se pueden consultar en la exposición ¿cuál es más interesante?
Hay varias recogidas. En abril del año 38, la falta de alimentos provocó que un grupo de mujeres se amotinara por la carestía de pan. Lo que ocurría es que en Mutxamel sí se repartía y Sant Joan carecía de este reparto. También cabe destacar cuando nuestro municipio acogió a más de mil refugiados cuando su población era algo superior a los tres mil habitantes, casi un tercio de la población.
Con toda la información recopilada ¿qué impresiones tiene usted de aquella época?
Claramente, estamos hablando de un contexto histórico muy politizado. Basta con ver los partidos que estaban en primera línea. Pese a todo, entiendo que había mucha implicación social y mucha participación política pese a los altos niveles de analfabetismo de principios de siglo.
¿Considera usted que la memoria histórica está perdiendo peso en nuestra sociedad?
Estas exposiciones son necesarias y ayudan a que la gente no olvide lo que ocurrió. Recuperar la memoria es fundamental para preservar la democracia.
