La familia del Conde de Casa Rojas abandona Aigües después de dos siglos vinculado a este municipio, donde levantó el emblemático Balneario y a quien pertenecía la mayor parte de la Pinada de Aigües. Los herederos de la condesa han vendido la finca Thador, el palacete popularmente conocido como La Torreta, junto con más de 600.000 m2 de la Pinada de Aigües, el gran bosque de pino carrasco que se extiende en las estribaciones de Cabeçó d'Or y joya natural de la provincia.
Esta operación se produce una década después del fallecimiento de Victoria Rojas Rosado, cuyo óbito se produjo en Madrid en noviembre de 2008 y su funeral se celebró en Aigües, al que asistió su sobrino Alberto Ruiz-Gallardón, entonces alcalde de Madrid.
Sus herederos han culminado la venta de esta finca, su principal y más emblemática propiedad. Esta familia ha sido clave en el desarrollo de Aigües, municipio al que ha estado vinculada desde al menos hace cerca de dos siglos. Entre los siglos XIX y XX , la familia de la condesa fue una de las principales terratenientes de la provincia de Alicante con grandes extensiones en Aigües, entre ellas varias de sus joyas, como son su pinada, uno de los grandes pulmones verdes de la provincia, y el Balneario, que fue construido por esta familia aunque hacía tiempo que ya no pertenecía a la misma y presenta actualmente un avanzado estado de deterioro.
El Conde de Casa Rojas ordenó construir el Balneario junto a las aguas termales, cuyas propiedades eran conocidas ya desde época romana, en 1865, finalizándose la obra en 1898. Fue encargada a Pedro García Faria, el mejor ingeniero especializado en canalizaciones de agua de la época. El Hotel Miramar contaba con un casino, sala de fiesta, iglesia, ermita, instalaciones deportivas y zona de juegos para los niños. Junto a todo ellos, la gran escalinata de mármol denotaba la gran calidad del establecimiento porque el que pasaron importantes figuras de la realeza y burguesía de la época. Con la construcción del Hotel Miramar surgieron varias villas para alojar a la burguesía de la época, así como diversos alojamientos para la gente menos acomodada. De todas ellas destacaba La Torreta o Finca Thador, villa que era propiedad de los entonces dueños del Balneario y que ahora ha sido vendida junto con un trozo de la historia de Aigües.
Preocupación por la instalación de carteles de prohibido el paso
La venta de la finca La Torreta junto con la aparición de carteles que prohíben el paso a vehículos a algunas zonas de la Pinada han generado preocupación en Aigües. En el acceso a la plaza de la Cogolla, donde se ubica la antigua fuente de la que salía agua a 37,5º sin necesidad de ayuda artificial, hay un cartel que prohíbe el paso y una cadena. Es un lugar muy popular en el pueblo, donde también está la Ermita del Carmen, destino de su romería, y esta situación ha llevado al Ayuntamiento a tomar cartas en el asunto y dirigirse al nuevo dueño, que le ha trasladado que en ningún caso se va a restringir el paso de peatones ni cambiar la relación con el pueblo, y que la medida viene a instancias de los forestales para la conservación del bosque, donde además se están realizando tareas de limpieza necesarias desde hace años.
El alcalde Mario Calvo explicó que el dueño ha asegurado que tampoco pondrá impedimentos a la entrada de vehículos municipales, e incluso particulares para eventos como la romería. Y Calvo celebró por otra parte que se estén realizando tareas de conservación en este pulmón verde. De cualquier forma el Ayuntamiento está buscando si hay algún documento que da derecho de servidumbre al pueblo en la Pinada.
